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Darker Skies Análisis PS5 – Review – Opiniones – ¿Merece la pena este videojuego de la ‘Guerra de los Mundos’?

Un insulso survival horror que desaprovecha el encanto de una invasión alienígena mítica en literatura, cine y televisión

Qué mal cuerpo se te queda cuando una propuesta pinta de escándalo sobre el papel pero a la hora de la verdad se desmorona en cuestión de minutos. Así describiría mi experiencia con Darker Skies y todas sus decisiones sin sentido.

Tras este arranque tan drástico no se esconde ninguna intención de menospreciar un producto de limitado presupuesto ni en el que ha trabajado un pequeño equipo con ilusión, puesto que mi mayor problema con Darker Skies ha sido por su concepto más que por sus valores de producción, una verdadera lástima.

No hay muchos videojuegos que se atrevan a retratar una invasión alienígena de forma solemne o dramática, al menos sin recurrir a planteamientos de estrategia directa, como XCOM. Es por ello que un videojuego que utiliza la licencia de La guerra de los mundos de H.G. Wells (y su adaptación al cine protagonizada por Tom Cruise hace casi dos décadas), contaba con toda mi atención, y la decepción ha sido tremenda.

¿Zombis en La guerra de los mundos?

Como he dicho más arriba, el problema de este juego es del todo conceptual, pues el resto de apartados fallidos, en mayor o menor medida, se podrían entender y hasta perdonar debido al humilde proyecto del que se trata. Pero resulta que Darker Skies tiene de invasión alienígena lo mismo que Transformers de drama gótico.

Nos ponemos en la piel de Jack, un superviviente de la guerra interplanetaria que ha llegado a su fin tras el casi completo declive de nuestra civilización. Hemos frenado la invasión, pero quedan enemigos en la resistencia, y amenazan la vida que queda en la Tierra, así que Jack se ha propuesto equilibrar las cosas…

Detrás de su sugerente (y escueta) premisa, lo que se esconde es un pobre título de sigilo con ciertas dosis de terror y fabricación de objetos, con unos enemigos que, para mi total sorpresa… ¡son simples zombis y humanos poseídos! Así que todo el buen trabajo que pudieran haber hecho su oscura ambientación y sus escenarios arrasados por el caos quedan en nada por este detalle tan trillado.

Sin apenas contexto o desarrollo y tras un breve tutorial, Jack se planta en su base ubicada en las alcantarillas. Aquí descubrimos (o se intuye, más bien) que nuestro objetivo es reunir una serie de objetos para reparar un rayo láser gigante con el que pretende abrir una puerta blindada. ¿El motivo? ¿la importancia de su tarea? No nos dan más detalles ni han hecho el más mínimo esfuerzo por desarrollar algo de trama o al propio personaje en lo que dura la aventura. Al menos se dignaron a darnos algunas respuestas en el epílogo de forma breve, desganada y del todo decepcionante.

Y aquí abrimos el verdadero melón. Podría dejar pasar que sus mecánicas sean simplonas, pero que utilicen esta licencia tan atractiva para llenarla de zombis con una inteligencia artificial nefasta y monótona, y que no haya ni escenas, ni diálogos ni un desarrollo narrativo, es un completo desperdicio.

Es del todo contradictorio querer hacer un videojuego de la legendaria obra de Wells, y limitarte a copiar la estética de un Resident Evil y las mecánicas de The Last of Us, algo que como veremos a continuación, han hecho de forma muy mejorable.

Un Joel sin Ellie

Darker Skies va al grano. Tras el breve tutorial para enseñarnos nuestros movimientos y las pocas habilidades que podemos usar en nuestra tarea, llegaremos a la base central en la que contamos con un portátil para mejorar habilidades (5 de estadísticas del personaje y 5 de habilidades y fabricación), y seis salidas distintas que nos llevarán a las localizaciones que ofrece el juego. En cada una debemos encontrar un objeto para montar nuestro rayo especial.

El bajón es considerable al descubrir que cada ubicación puede llevarnos apenas unos 15 minutos, y que las mecánicas dentro de las mismas son tan escasas como repetitivas. No hay coleccionables, no hay interacción con entornos más allá de un par de botones y puertas con códigos numéricos en el trayecto (y solo en un par de niveles)… El resto es una línea recta hasta alcanzar la zona final, donde te plantan un buen número de enemigos y el ansiado objeto. Una vez lo agarras, vuelves a la base por un camino secundario y directo y vuelta a empezar.

Pero los problemas no se quedan ahí. Aumentan en cuanto vemos lo mal implantadas que están sus mecánicas de sigilo y el propio combate. Todo en ellos es una copia con penosos resultados de la esencia de The Last of Us. El propio menú de fabricación de objetos es un calco descarado que nos invita a hacernos con botellas de cristal y otros objetos para despistar a los zombis y avanzar ahorrando munición de nuestra pistola.

También tenemos un escáner de área, que además de marcarnos con una línea el camino a seguir (siempre sabremos hacia donde avanzar, sin opción a perdernos), nos indica dónde se encuentran los enemigos, cortesía de The Last of Us una vez más.

Los niveles están diseñados correctamente a nivel estético, pero no hay absolutamente nada que hacer o mirar en ellos, y resultan un pasillo recto cuyas zonas con enemigos hasta podemos superarlas corriendo sin mirar atrás hasta alcanzar una zona segura o directamente el final del nivel.

Tenemos también una linterna con batería que se agota, y cuidado con eso, porque si se acaba, lo pasaremos mal en algunas secciones donde la oscuridad es total y la linterna, ridículamente, no cuenta con forma de cargarse.

Darker Skies: Correr o morir

La mecánica principal en Darker Skies es el sigilo, y prueba de ello es que contamos con un arsenal más que escueto: solo una pistola sencilla y algunos gadgets como bombas de humo, a lo que sumamos la imposibilidad de defendernos cuerpo a cuerpo.

Los zombis son lentos, tontos y torpes mientras nos escondamos, premiando la paciencia (a veces desesperante) y obligándonos a evitar que nos vean (y mira que les cuesta). Sin embargo, si lo hacen o les disparamos una vez, correrán como locos en línea recta a por nosotros, más rápidos que Shakira escribiendo una canción de un ex.

Derrotarlos puede costarnos 3, 4 o 5 balas en función del azar y la puntería, pero cuando nos alcanzan, nuestra vitalidad se reducirá con rapidez a base de golpes estéticamente bastante ridículos. Al final aprendes a calcular la distancia necesaria para derrotarlos sin que lleguen a ti, pero resulta más sencillo ir esquivándoles aunque tardemos más y así ahorrar munición.

El control, las físicas de los enemigos y y algunos movimientos del propio Jack son bastante deficientes. Los enemigos no tienen carisma alguno y representan solo una sosa molestia en nuestro avance. El sigilo es tan plano que basta con alejarse un poco de cada enemigo para no alertarles y avanzar. La dificultad general es bastante baja.

El otro tipo de enemigo es una especie de humano controlado por los alienígenas que actúa como un Terminator: no dejará de perseguirte, pero a su ritmo, que es lento por lo general, así que pocas veces será imprescindible derrotarlos. Solo están ahí para rellenar e incordiar.

Que sea una historia de La Guerra de los Mundos lo sentiremos únicamente en un par de sus localizaciones. A destacar una batalla en la cual el objetivo es derrotar a uno de los míticos y gigantes villanos de la licencia, los trípodes que atacan con rayos láser. Es básicamente la única batalla con boss y mecánicas propias, breve, tosca como todo el juego pero al menos ligada a esa invasión de la que nos quieren hacer partícipes y no llegaba.

Una puesta en escena sugerente, pero solo sobre el papel

Siendo como es Darker Skies un indie bastante discreto, debo confesar que su apartado visual entra por los ojos, y que incluso cuando comienzas a controlar al personaje principal (principal y único, pues no veremos ni hablaremos absolutamente con nadie), deja muy buen sabor de boca. Los modelados del protagonista, su mochila con pantalla para las estadísticas y su control general, entra dentro de lo esperado en un survival horror en tercera persona, y hasta podría considerarse superior a la media de productos similares.

Pero claro, la nula capacidad para crear un trasfondo interesante o contar con un mínimo desarrollo argumental hacen de la experiencia un paseo de 3 horas sin sustancia, desesperante en algún punto por sus deficientes mecánicas y, en definitiva, demasiado fugaz como para ser relevante.

El sonido es otro punto que pasa sin pena ni gloria, con algunos detalles ridículos, como que los zombis tengan todos la misma voz y un único sonido gutural que se repite hasta la saciedad; o que nuestro protagonista, un hombre que debe rondar los 30 años, tenga la voz de un anciano, al que solo vamos a escuchar en contadas ocasiones con frases sueltas.

Además, el juego cuenta con textos únicamente en inglés, pero como no hay escenas, diálogos o documentos que aporten contexto o desarrollo al conjunto, con familiarizarnos con los nombres de los objetos de fabricación vamos servidos.

Rompamos una lanza a su favor

Como ya he comentado, no todo es negativo en Darker Skies y quiero confesar que hasta le he conseguido coger el punto. Su apartado gráfico cumple sorprendentemente para tratarse de un juego tan pequeño, y hay algunos escenarios y capturas que lucen realmente bien. Además de ello, admito que una vez completas el primer escenario y controlas las mecánicas, es fácil engancharse y avanzar tachando objetivos de la lista en modo speedrunner.

Hay algunos detalles que me han gustado, como que en nuestra base contemos con una pizarra donde se van rodeando con círculos los distintos objetos que vamos encontrando, indicando a qué parte del rayo que estamos montando pertenece. O la mochila de Jack, que también es todo un acierto, añadiendo esa pantalla de estado, que evita colocar la barra de salud de forma permanente en pantalla, dando un toque sofisticado y original.

Hay que concederle también que la variedad de escenarios resulta atractiva, visitando desde una cárcel hasta un parque temático o un estadio de fútbol. Sus diseños son demasiado planos, sí, pero el acabado visual sí que es más que suficiente.

La batalla contra esa criatura del espacio exterior, con su imponente presencia, sus sonidos característicos y el inesperado escenario con lluvia, sin duda es de lo poco que se salva del conjunto, a pesar de ser breve y ciertamente frustrante en el desarrollo.

Y no me quiero olvidar de los tarros de mineral rojo, moneda de cambio del título mediante la cual podemos mejorar habilidades de fabricación y estadísticas del personaje. Los encontramos en abundancia a lo largo de los escenarios y constituyen el único aliciente por el que desviarnos del camino principal para encontrarlos todos en los recovecos.

Dificultad, duración y precio

Darker Skies fue un verdadero quebradero de cabeza para sus responsables. La versión actual corresponde a una remasterización recién estrenada en consolas que el estudio responsable ofreció de forma gratuita a todos los poseedores del juego original en su versión de PC. El acabado era tan deficiente que las quejas de los usuarios no les dejaron más alternativa que intentar salvar los muebles con una versión pulida.

Y hay que aclarar que esta no es la única incursión del estudio Steel Arts Software en la franquicia, pues también han lanzado Grey Skies: A War of the Worlds Story, que básicamente es el mismo juego (motor gráfico, menús, mecánicas), pero añadiendo un elemento de “mundo abierto” y linealidad argumental, duplicando el tiempo de exploración y vueltas, pero con mismos resultados.

Darker Skies cuenta con 3 niveles de dificultad, pero dada la deficiente IA y lo tosco de sus mecánicas, no recomiendo jugarlo más que en fácil, donde la frustración se reduce lo máximo posible. Hay algunos picos de dificultad en zonas concretas, pero una vez aprendidos los controles y sus trucos, no nos supondrá ningún problema.

Para los más completistas, se necesitan dos partidas para conseguir todos sus logros o trofeos, algo que en total nos lleva a disfrutar del juego durante unas 3 horas dependiendo de nuestra habilidad y paciencia en las secciones de sigilo.

El juego está disponible únicamente en formato digital en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, Switch y PC. Su precio de lanzamiento es de 17,99€, pero no lo recomendaría en absoluto a ese precio. Quizás por ese motivo y por las malas críticas iniciales, se ha podido ver a tan solo 2,69€ en PSN, o a menos de 12€ en Steam a pesar de haberse estrenado el pasado agosto.

Conclusiones

Es con diferencia la crítica más negativa que he escrito desde que me dedico a analizar videojuegos hace ya una década, si bien, en honor a la verdad, no es el peor juego al que he jugado, ni el más frustrante, ni tan siquiera el más aburrido.

Hay cierto pique que nos hace continuar hasta terminarlo, y como ya he dicho varias veces, estéticamente es muy sugerente, como si entre sus frames se escondiera un atisbo de buen hacer, y salieran breves destellos en sus escenarios y detalles.

La propuesta, a nivel jugable, se siente de otra época, y a nivel de concepto, ha copiado descaradamente las señas de identidad de The Last of Us para ahorrar inventiva y cambiar chasqueadores y maleantes por zombis y poseídos. Esto da como resultado un producto sin alma, sin personalidad ni desarrollo narrativo, y lo más sangrante, sin la esencia de La Guerra de los Mundos.

Solo recomendaría esta propuesta a amantes del survival horror que busquen aventuras en tercera persona sin muchas complicaciones, y cuando esté de oferta.


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Rubén AC
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