Análisis Retro Top Gear (Top Racer) para SNES – Review Super Nintendo
Recordamos uno de los juegos de coches más populares de Super Nintendo para celebrar el lanzamiento del recopilatorio Top Racer Collection
La guerra de consolas está en el candelero más que nunca con el paso de Microsoft de abrirse a lanzar más exclusivas en la competencia. Pero esta guerra cruzada de marcas y sistemas no es para nada, como bien sabéis, un derivado de las redes sociales y compañía. Se remonta a tiempos prehistóricos muy anteriores al mismo uso masivo de internet, a la época de Sega VS Nintendo/Nintendo VS Sega. A los años de “yo tengo Super Mario y tú Sonic”, “yo tengo Tetris y tú Columns”… “Yo tengo Out Run y tú… Top Gear”.
Nos vamos a 1986, año del estreno de Out Run. La creación del genio Yu Suzuki vende en primera instancia tres mil máquinas para salas recreativas en Japón. El arcade se convierte en un taquillazo arrollador que no tardaría en trascender de hit a referente absoluto del género.
Un estatus que, con los años, incluso alcanzaría otros registros fuera del videojuego como el de la música, pues la innovadora y refrescante banda sonora de Hiroshi Kawaguchi se considera uno de los fundamentos del estilo synthwave. Algunas de las figuras más relevantes de la música electrónica, como el DJ Kavinsky, así lo admiten y de hecho, denominó de este modo (“OutRun”) a su álbum de 2013. Es decir, el nombre con que se conoce al subgénero retrowave.
Tienes razón, me voy por las ramas y hemos venido a hablar de Top Gear, por supuesto. Pero la historia de Top Gear no se entiende sin el monumental impacto de Out Run, hasta 1993 la recreativa de mayor recaudación de toda la larguísima trayectoria de Sega.
Un lotus como alternativa
La influencia estética y jugable del arcade de Sega era inevitable y justificada. Su calado dentro del género de la velocidad provocaba que, dadas las limitaciones propias del concepto de juego de carreras -unidas a las establecidas por la tecnología-, se forzase que prácticamente todos los videojuegos de coches pasaran en mayor o menor medida por el filtro de Out Run.
Confeccionar una alternativa no era fácil sin caer en el clon puro y duro, y la casa Kemco optó por encargarle un juego de carreras al estudio británico Gremlin Graphics. Eran los artífices de la más que estimable saga Lotus Turbo Challenge, cuyo paso por Commodore funcionó notablemente.
La intención de Kemco era aprovechar la falta de un Out Run en los circuitos de Super NES. Los usuarios de la 16 bits de Nintendo no tenían un videojuego de coches que ni remotamente emulase el éxito del Out Run de Sega, de manera que lo tenían también más fácil para hacerse con el favor del público en términos comerciales.
Con el claro objetivo de rellenar esa demanda de los arcades de conducción, que experimentaban un enorme repunte de popularidad tras el lanzamiento de la conversión doméstica de Out Run en 1991, Kemco encargó un título de carreras al que se le incorporó como rasgo más distintivo una pantalla dividida en dos constantemente.
Este split screen, ya fuese para el segundo jugador o para enfocar la CPU más cercana a nuestra posición, estaba presente hasta en single player. Se limitaba demasiado la visibilidad del jugador y extrañamente, no tenía opción de quitarla ni cuando se jugaba en solitario. No iba suave como la seda, pero mostraba una fluidez más que aceptable para todos los vehículos que mostraba en pantalla compitiendo contra nosotros.
Eso sí, en las partidas para dos jugadores funcionaba de perlas a la hora de divertir. Jugar a dobles fue una baza fantástica y el principal motivo del éxito de Top Gear, denominado Top Racer en el mercado nipón.
Las claves de Top Gear
Top Gear introducía una serie de elementos jugables que aportaban cierta variedad a su gameplay. Para empezar, en la pantalla de inicio -después de introducir un nombre para el piloto-, teníamos cuatro vehículos para elegir, cada uno con sus características particulares.
Estos parámetros incluían velocidad punta, aceleración y gasto de gasolina. Este último era fundamental en los circuitos más largos con más vueltas, pues, al contar con un depósito limitado, debíamos parar a repostar antes de quedarnos sin combustible y quedar desclasificados de la competición.
En Top Gear debíamos clasificarnos para la siguiente carrera o nos íbamos directos al fin de la partida, y eso suponía quedar en los puestos de cabeza de un ranking formado por 20 rivales. El objetivo final del juego, cómo no, era ser el mejor piloto del mundo y para ello debíamos estar en el podium de los ocho países que recorríamos, en los cuales tocaba competir en cuatro circuitos.
Con los coches de diferentes características, la rejugabilidad estaba asegurada al darle al usuario la posibilidad de probar qué combinación le iba mejor (más velocidad punta a cambio de repostar, más lentitud pero mayor cantidad de combustible, etc.). Una muy buena idea para alargar la cantidad de horas invertidas en el juego.
A ello ayudaba una suficiente variedad de escenarios (32), que daba para introducir carreras nocturnas por ejemplo, con un simpático efecto de iluminación de los faros incluido que hoy, al igual que el extra de velocidad suministrado por el nitro, resulta de lo más nostálgico.
El toque de Barry Leitch
Uno de los atractivos de Top Gear junto al modo para dos jugadores fue, sin duda, la banda sonora del escocés Barry Leitch. El compositor de Gauntlet, Drakan, Lotus 2 y Double Dragon firmó unas partituras que encajaban de pleno con el carácter vertiginoso de la producción. Evidentemente las comparaciones son odiosas siempre, y ponerla frente a frente con la icónica soundtrack de OutRun sería hacer de menos un trabajo muy notable, lleno de piezas pegadizas.
Con ella daría el pistoletazo de salida (nunca mejor dicho) a una franquicia muy asociada con posterioridad a las consolas Nintendo, las cuales recibieron incontables iteraciones.
Top Gear fue la primera entrega de una serie de éxito. Ciertamente, a Kemco le salió bien la jugada de intentar ofrecer un equivalente al Out Run de Sega para Nintendo en plena resaca de su estreno en Mega Drive, y cuajó una producción muy digna que funcionó comercialmente.
Top Gear 2 no tardaría en llegar, por ejemplo, y a ella le siguieron Top Gear 3000 y su tono futurista, o entregas que se subían al carro de lo que firmaba la competencia. Tal es el caso del inolvidable Sega Rally, que tendría su respuesta en el Top Gear Rally de Nintendo 64, producción que, por cierto, hizo un espectacular uso técnico de las limitadas capacidades sonoras de la máquina. Y no fueron las únicas secuelas: Top Gear Pocket, Top Gear Overdrive, Top Gear Hyper Bike, Top Gear GT Championship…
Entre las curiosidades de la franquicia, encontramos que Top Gear 2 también visitó la circuitería de Mega Drive, tras un año de exclusividad en SNES.
Esta entrega, a su vez, revalidó el monumental rendimiento comercial de Top Gear en Latinoamérica, donde logró ser uno de los títulos más vendidos de todo el catálogo de Super Nintendo, sobre todo en Perú, Chile, México y Brasil. En este último país llegaría a ser todo un fenómeno vigente hasta la actualidad, gozando de tal popularidad que el estudio brasileño Aquiris realizaría la secuela espiritual de los dos primeros Top Gear en 2015: Horizon Chase Turbo.
Este juegazo, que se ha distribuido en formato físico y digital, actualizaba las dinámicas de los originales con gráficos coloristas y vistosos, pero manteniendo su esencia y su gusto por los arcades retro.
Para la ocasión, incluso contaron con el citado Barry Leitch, el músico del primer Top Gear, quien introdujo un remix de uno de los temas principales a modo de guiño.
Otra prueba del fenómeno Top Gear en la actualidad la encontramos en los numerosos torneos realizados entre los streamers y youtubers de mayor éxito de Brasil, superando las decenas de miles de espectadores en directo.
Y, cerrando el círculo de la nostalgia, los chicos y chicas de Gremlin Graphics, tras el cierre de su empresa matriz y su reabsorción como Sumo Digital, han seguido trabajando en títulos de conducción, entre ellos el magnífico Sonic All-Stars Racing Transformed, el magistral e infravaloradísimo Split/Second y, atención, las conversiones de OutRun 2 y el desarrollo de OutRun Arcade Online. La de vueltas, nunca mejor dicho, que da la vida.
Y hablando de dar unas vueltas, podremos darlas por los nostálgicos circuitos de Top Gear a partir del 7 de marzo gracias a la casa QUByte. El juego vuelve en forma de remasterizado junto a las entregas de la trilogía de Super Nintendo, en un pack digital para PS5, PS4, consolas Xbox, PC y Nintendo Switch eShop.
Enlaces de interés
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Trabajo en el campo de la Psiconeurología, la salud y la accesibilidad. Malagueño. Más de Bram Stoker que de Tolkien, más de Lynch que de Spielberg y más de Nintendo que de Sega, pero no me hagáis elegir. Mi primera consola fue la Game Boy con el Tetris, y aquí seguimos. Formato físico siempre.
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