Unboxing Retro del primer RESIDENT EVIL – Comparativa de sus ediciones y versiones físicas, desde PSX y Saturn hasta el Deadly Silence de Nintendo DS
Un post para coleccionistas y fans de Biohazard por su aniversario, donde recopilamos las portadas, contraportadas y manuales de la primera entrega
Siempre es un placer hablar de Resident Evil y cualquier excusa que se nos ponga por delante la vamos a aprovechar, así que esta vez utilizaremos su aniversario para hacer un recopilatorio de versiones físicas y adaptaciones por las distintas regiones, y mostrároslas con detallados con su correspondiente unboxing.
El que preparamos por los 25 años de Final Fantasy VII tuvo una acogida que nos pilló de sorpresa y recibimos miles de visitas: esperamos que éste os guste también.
¿Listos para este virus T nostálgico?
Biohazard (Japón, 1996)
Nuestra primera parada, como no podía ser de otra forma, es el debut del juego. Tuvo lugar el 22 de marzo de 1996 en el mercado nipón.
Su portada es radicalmente distinta a las que llegarían posteriormente a occidente: es más sugerente, más insinuante y más adulta.
El ojo herido y de expresión terrorífica coincide con el menú donde arranca el juego: una presentación inspirada en el clásico Haunted House de Atari (1982), a su vez uno de los títulos pioneros del miedo interactivo.
La contraportada presenta los característicos avisos de que es necesaria una Memory Card para salvar partida, así como un arte de uno de los enemigos más convencionales del juego: ni rastro de los hunters o el Tyrant para guardar las sorpresas.
Del manual destaca que es a todo a color y no escatima encuadres en su completísimo repaso a las mecánicas del juego.
Igualmente, sobresale el elegante rojo elegido para el CD, que contrasta con el negro de la caja y adelanta todo el gore que nos salpicará en el juego.
En contra de las nefastas previsiones de Capcom, Biohazard tuvo una gran acogida comercial en Japón desde su mismo arranque, consiguiendo ser el juego de PlayStation más vendido hasta esa fecha.
Resident Evil (EEUU y Europa, 1996)
Para su desembarco occidental, Capcom quería jugar un poco al despiste. Tras pasar inadvertido en ferias y eventos, y con esas estimaciones a la baja que reflejaban sus reservas sobre la acogida del producto, optó por dos medidas bastante pícaras.
La primera fue encargarle a Bill Sienkiewicz una ilustración de cabecera que sustituyera a la cover japonesa. Nada de insinuar miedo o resultar sugerente: había que darlo a patadas, como en el cine de terror yanqui, es decir, explícitamente.
Y para ello recurrieron a un artista bastante al alza en aquel momento, el cual había ilustrado la miniserie de Frank Miller Elektra: Assassin y venía de componer la portada de la biografía del mítico Jimi Hendrix.
Con Chris caracterizado cual Rambo, Capcom pensó que al menos la gente sabría que en el juego liquidaríamos a monstruos y engendros gigantes, un reclamo casi siempre infalible para las ventas.
La segunda ocurrencia fue lanzarlo, a través de las distribuidoras internacionales, en plena temporada estival en Europa. Es una época tradicionalmente floja de estrenos y, sin competencia prácticamente, podría arañar algunas ventas.
Y así, terminaría acordando su estreno para el 1 de agosto de 1996, casi cuatro meses después de EEUU y Japón.
Sin embargo, hubo un boca-a-boca con el que no contaba la empresa en aquellos prehistóricos tiempos sin internet, y es que el juego llegó al mercado PAL con cierta expectación impulsada desde algunos medios escritos, que ya habían probado la versión traducida al inglés para EEUU y les había chiflado.
Igualmente, distintas revistas se fueron haciendo eco de sus ventas (no como algunas españolas, entre las que Resident Evil pasó un poco sin pena ni gloria), pues en el mercado norteamericano debutó encabezando las listas de ventas y para cuando llegó a Europa, ya acumulaba casi 800 mil copias (que subieron a un millón en septiembre sólo en EEUU).
Como podéis ver, el disco mantiene el característico ojo del menú Start del juego, aunque prácticamente es el único elemento estético en común.
El resto se occidentalizó por igual para todos los mercados, compartiendo los mercados USA, UK y el resto de Europa las mismas ilustraciones y, evidentemente, el nombre de Resident Evil (ya que el de Biohazard no pudo utilizarse por problemas de copyright).
A España llegó únicamente con subtítulos en inglés, y no se tradujo en ninguna de las posteriores revisiones comercializadas para PSX. Manual y contraportada en español, eso sí.
El brutal éxito en ventas de Resident Evil a nivel mundial facilitó la versión de precio reducido, Platinum, bastante antes de lo habitual.
Para que nos hagamos una idea, en Europa había vendido 350 mil unidades en diciembre de 1996 y, un año después, 4 millones de copias en todo el mundo, lo que equivalía a una facturación, al cambio de hoy, de 363 millones de euros.
La versión Platinum, como todas las de la época, presentaba un característico disco blanco sin ninguna clase de ilustración y con la misma serigrafía para todos los juego incluidos en la gama de precio reducido.
Resident Evil Saturn (1997)
Tras su paso por la primera PlayStation, los STARS también se dejaron caer por ordenadores y Sega Saturn.
La rival de PSX contó una adaptación desde verano de 1997 en Japón y USA, llegando a Europa a las puertas de Halloween (el 1 de octubre).
Presentaba algunas peculiaridades como trajes exclusivos, enemigos inéditos como un Tyrant modificado en la segunda parte de la batalla final y también retoques gráficos.
Es cierto que la inmensa mayoría considera bastante menos agraciada esta versión (por la ausencia de efectos de transparencias, sobre todo), pero los personajes no lucían tan “picudos” y poligonales, puesto que su modelado era superior.
La adaptación de Saturn, que vendió más de 150 mil copias, es especialmente querida entre los fans por ser la primera en añadir un Battle Mode, o lo que es lo mismo, una especie de precursor del Modo Mercenarios.
En él, había que superar unas zonas con el arma elegida y liquidar a todos los enemigos presentes, entre los que destacaba una versión zombi del bueno de Wesker, tupé incluido.
También cabe destacar que esquivó la censura y presentaba incluso detalles de lo más gore que no estaban en el original.
Respecto a su edición física, es una mezcla curiosa de las anteriores: por un lado ofrece la portada occidental (lo normal, ya que era la ilustración con la que asociábamos masivamente al juego) pero, por otro, presentaba el disco en rojo sangre como en el Biohazard japonés.
También destacaba la excelente traducción a español del manual.
Biohazard Director’s Cut (1997)
Convertida en la nueva gallina de los huevos de oro, Resident Evil fue estrujado por Capcom sin pudor alguno, adelantándose años a prácticas comerciales (como los personajes desbloqueables previo pago en sus arcades lucha) que le costaron sendas críticas.
Así pues, lanzó la primera de sus versiones en el último cuatrimestre de 1997 con el sobrenombre de Director’s Cut.
Esta vuelta de tuerca presentaba bastantes más mejoras de lo que cabría esperar en estos típicos sacacuartos, con lo que la experiencia no dejaba de resultar recomendable.
Para empezar incluía también el Biohazard original tal cual, además de éste; igualmente se añadían trajes, más ángulos de cámara, recolocación de objetos y enemigos para sorprender a quienes se conocieran la casita Spencer de arriba abajo, y además, un modo fácil para principiantes: es decir, los modos Arranged y Beginner de los que avisa la contraportada.
Una curiosidad más: esta versión de Biohazard fue la primera en distribuirse sin censura para las PSX japonesas y en mantener todos los (sangrientos) planos contenidos en el original. En cambio, a Europa y EEUU volvió a llegar con la intro recortada, salvo en Francia y Alemania, que sí la recibieron y a color.
Y, hablando de color, el libro de instrucciones, como en el original de PSX, también prescindía del blanco y negro.
No obstante, el mayor reclamo del Director’s Cut era el adelanto de la secuela en forma de demo.
Los retrasos de Resident Evil 2 tenían impacientes a los fans, y Capcom, en un gesto de buena voluntad -cobrado a 8000 pesetas de entonces, claro está-, lanzó ese pack de upgrade+demo.
La portada de este Director’s Cut hace de esta edición una de las mejor valoradas por los forofos de Biohazard: es minimalista y a la vez terrorífica, al dejar todo el protagonismo al primer zombi que nos encontramos en el juego, Un momento icónico que es historia en el mundillo.
Como última curiosidad de este lanzamiento, pese a todas las novedades incorporadas, Capcom no incluyó la compatibilidad con el Dual Shock de PlayStation, con lo que la empresa sustituiría en Asia y EEUU la Director’s Cut desde agosto de 1998 por la Director’s Cut Dual Shock Ver., añadiendo igualmente la función de vibración.
Resident Evil Director’s Cut (1997)
A Europa también llegaría a punto de la campaña navideña esta nueva versión, que como adelantábamos antes mantendría censurada la intro a excepción de dos países.
Como veis, el anuncio de la demo ocupa un lugar destacado tanto en la portada como en el reverso. De hecho, se publicita incluso un pantallazo de la misma, la icónica tienda de armas.
Nuevamente, la caja y el manual se traducen, pero el juego no y mantiene sus textos en inglés.
El disco de la demo, a diferencia de los mercados NTSC, no cuenta con ningún tipo de ilustración y mantiene la misma línea y serigrafía de otras demos de la PlayStation original, como la demo de Silent Hill en la primera tirada europea de Metal Gear Solid en 1999.
La reedición deja un regustillo agridulce porque en todo momento transmite sensación de low cost, con el manual ya en blanco y negro, el disco sin ningún dibujo ni color y una portada que repite la misma, pero con el estampado de la demo; es decir, la ley del mínimo esfuerzo.
Pese a todo, el boom comercial de Resident Evil era ya imparable y las dos ediciones Director’s Cut vendieron curiosamente la imponente cifra de 1,2 millones de copias cada una.
Resident Evil Deadly Silence (2006)
El décimo aniversario de Biohazard se celebró con una entrega formidable para Nintendo DS, considerada por unanimidad la mejor y más completa versión del clásico de 1996.
Presentaba puzzles y numerosas situaciones que aprovechaban el micro y la pantalla táctil de la consola portátil, y hasta secciones en primera persona.
También tenía la opción de presentar el mapa siempre en pantalla, modo multijugador para cuatro con numerosos personajes desbloqueables, modo Master of Knife que ya podéis imaginar en qué consistía, otro modo Renacimiento con muchos más monstruos y zombis y, como guinda del pastel, por fin traducción a español, siendo ésta la única versión del Resident Evil original con textos en nuestro idioma.
Su manual, como ya la mayoría de los fabricados por entonces, estaba en blanco y negro. A título personal me gustaba más la portada nipona, protagonizada por un cuervo, que esta occidental.
Su comercialización después del impacto del remake, lanzado para GameCube en 2002, le restó cierta repercusión entre el público y sus ventas apenas superaron las 100 mil unidades en todo el mundo.
Aún así, y pese a la antigüedad del título, sus distintas reediciones y el perfil de la plataforma en que se distribuyó, no puede decirse que fuese mal dato.
Aunque de ese remake habría mucho que contar también… Pero ya será en otro post, como mínimo tan nostálgico como éste que esperamos que hayas disfrutado.
Enlaces de interés
Curiosidades del primer Resident Evil
Sweet Home: la inspiración de Resident Evil
Agradecimientos
Daniel García Rodríguez, Lluís de Barna, @XaviPSX, @Sandkill76, Rubén Aído
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