Shadow Man para Nintendo 64, PSX, PC y Dreamcast – Análisis Retro – Review – Retrospectiva – Así era el clásico de Acclaim de 1999 hoy disponible como Remastered

Con el renacer de la franquicia ShadowMan a la vuelta de la esquina, repasamos sus orígenes desde la primera entrega hasta su reciente remaster

Más de 20 años lleva la saga Shadow Man fuera del panorama del videojuego. Desde 2encond Coming, lanzado en exclusiva para PlayStation 2, no hemos vuelto a tener una entrega original.

Ahora, los australianos de Blowfish Studios (BlackWind) han anunciado una aventura con un guion creado expresamente para el regreso de la licencia: Shadowman Darque Legacy. Este regreso sí se desmarcará notablemente en un punto concreto: el protagonista ya no será el mismo. Mike LeRoi es sustituido por Jack Boniface en la nueva aventura.

Pero hoy queremos echar la vista atrás, en vez de mirar al futuro de la franquicia, para dar un repaso completo a todo el camino que ha recorrido Mike LeRoi antes de dar el testigo, desde el título en el que le conocimos por primera vez allá por 1999 hasta su remaster, pasando por la segunda entrega.

Origen del otro Shadow Man

Hablar de Shadow Man es remontarse a 1999 y a uno de los hits del momento. En un movimiento de expansión y buscando nuevas ideas que adaptar a videojuego, Acclaim adquirió en 1994 diferentes editoriales, como Voyager (Turok) o Valiant Comics, propietaria de licencias como este Shadow Man que nos ocupa y centrada en novelas gráficas de ciencia ficción en su mayoría (Shadow Man era, es, casi la excepción con su temática paranormal).

Acclaim reseteó diferentes cómics aprovechando el resurgir del mercado de la época y pensando en adaptarlas a videojuego más fácilmente. Así, los reelaboró con la colaboración de artistas tan destacados como Garth Ennis (The Boys), dándoles a algunos tebeos un rumbo decididamente adulto.

En esa política de transformación entraba ShadowMan, cuyo reboot se volvió mucho más oscuro y lúgubre que en la etapa pre-Acclaim. Sería esta versión la que llegaría masivamente al público a través del juegarral lanzado en 1999.

El argumento de este nuevo ciclo bajo Acclaim Comics se centraba en el citado Mike LeRoi, un estudiante de filología inglesa que malvivía como taxista. Su aspecto, mucho más urbanita, con tatuajes y chulescas gafas de sol, se distanciaba de la intimidante calavera de Jack Boniface, el anterior epicentro argumental.

Su presencia involuntaria en el asesinato de un cliente le lleva a quedarse su botín y a escapar hasta su Nueva Orleans natal, con el propósito de mejorar la vida de su familia. Pero a la banda criminal a la que le ha quitado la guita no le hace ni pizca de gracia, y comienza a seguirle el rastro.

Asustado por lo que pueda pasarle a los suyos, LeRoi acude a un chamán para que les proteja con su hechicería, y el conjuro funciona… a medias. Su familia es masacrada a manos de la mafia, mientras que él sobrevive: atrapado entre dos mundos, el de los vivos y el de las sombras. El lugar del que emana la misma magia oscura que lo ha salvado.

A partir de aquí, los eventos de Shadow Man se distancian todavía más rápidamente de la etapa pre-Acclaim. Al contrario de Boniface y sus tareas de protector de Nueva Orleans, LeRoi estaba sumergido en un limbo donde las almas no podían atravesar el velo que separaba ambas dimensiones, tocándole vigilar a aquellas que estaban deseando regresar para continuar haciendo el mal. Así, sus tramas giraban en torno a entes oscuros, malignos y despiadados que habían dejado tras de sí toda clase de crímenes.

Shadow Man 64

Shadow Man tuvo versiones para Dreamcast, PlayStation y Windows, aunque la que se llevó el gato al agua en términos comerciales fue la de Nintendo 64, que encontró en Acclaim uno de sus grandes apoyos (Turok, Extreme-G, NBA Jam, Forsaken) durante todo su ciclo.

En palabras del director del Turok de Acclaim, David Dienstbier: “Nintendo 64 tenía muchas restricciones, pero lo que se podía hacer con ella era muy superior a lo que podía hacerse con un pc”. De hecho, la crítica especializada se hizo eco por unanimidad de que “las 3D de Nintendo 64 habían llevado los juegos de acción y los shooters a un nivel nunca visto” (IGN, 1998).

Toda la posterior experiencia de Acclaim con la máquina y su estrecha relación con Nintendo se plasmaron en la puesta en escena de Shadow Man, originando uno de los grandes éxitos de la plataforma con más de un millón de copias vendidas.

Nintendo 64 fue, asimismo, la plataforma en la que se desarrolló Shadow Man y desde ella, se porteó a las demás.

Imagen del youtuber Zpinal X RETRO

En total, la producción se alargó durante treinta meses e involucró a un equipo compuesto por más de cincuenta personas desde el último año y medio, lo que habla de la magnitud del proyecto.

Un Metroidvania en 3D

Shadow Man fue un título rompedor, especialmente en una consola de Nintendo, más dada a producciones familiares y no tan siniestras y macabras como ésta. Su arranque, con Jack el Detripador relatando sus sangrientas fechorías, está grabado a fuego en la memoria de sus usuarios.

Las bases del título resultaron de lo más innovadoras. La llegada de las 3D exigía adaptar los planteamientos bidimensionales con inteligencia, cuidando que el resultado fuese divertido antes que experimental. Sin embargo, en Acclaim lograron ambas cosas.

Las mecánicas rebuscaban en la esencia de los metroidvania, incitando a la exploración y a la evolución del personaje. Su putrefacto y escabroso mundo estaba plagado de secretos, de mejoras y de conexiones.

El mapa incluido en papel con el juego ya nos adelantaba la magnitud de los entornos donde íbamos a adentrarnos.

La constante sensación de progreso es la baza fundamental de toda aventura que se precie, y Shadow Man lo sabía. El jugador estaba continuamente alimentando y saciando su curiosidad a la vez.

Parte de su mérito, como muchísimas otras producciones que se atrevieron con aquellas primigenias tres dimensiones -de aquel entonces y de ahora- corresponde a Super Mario 64, al que rinde un homenaje más que explícito al introducir la búsqueda de 120 almas oscuras. Mismo número de estrellas coleccionables de la obra maestra de Nintendo.

El espectáculo técnico de Shadow Man, además, se potenciaba con el uso del Expansion Pack y su memoria extra, que permitía mayor resolución entre otras ventajas técnicas. No obstante, sin él el rendimiento ya era fantástico y prescindía de picarescas como el abuso de niebla, tan habitual en los primeros lanzamientos de la consola. Una lección que Acclaim aprendió por las malas con Turok.

Además de las cualidades técnicas de la producción, Shadow Man destacaba por la calidad de su guion, dotado de un nivel cultural agradablemente elevado. Las alusiones y citas políticas, religiosas y filosóficas estaban continuamente en boca de sus personajes y villanos, componiendo un título muy singular en el que convivían lo podrido y lo sofisticado. Un contraste tan extraño como atrayente que, por limitaciones del formato cartucho, en Nintendo 64 no pudo ser disfrutado con doblaje a español.

La parte menos positiva de Shadow Man la encontraríamos en un gameplay mucho más impreciso de lo que nos hubiese gustado, más cercano al primer Tomb Raider (1996) por la tosquedad que a la fluidez del Z-Targeting de Ocarina of Time (1998), pese a quedar éste mucho más cerca en el tiempo. Igualmente, cazar a los cinco asesinos en serie de la trama principal tenía demasiados altibajos en el ritmo, sobre todo en una recta final donde el backtracking se volvía la tónica.

Pese a estos puntos mejorables, cumplió con nota su esfuerzo por cuajar en tres dimensiones las dinámicas básicas del metroidvania.

Shadow Man Remastered

El calado de numerosos títulos considerados de culto de Nintendo 64 ha facilitado su reedición en plataformas actuales. Juegos como Turok o Shadows of the Empire se han redistribuido en la tienda digital de Switch, algunos también por primera vez fuera del entorno Nintendo (y ordenador).

Shadow Man se ha sumado a ese negocio tan lucrativo que es la nostalgia, y ha contado con un relanzamiento digital y también en físico, cortesía de Limited Run Games, desde primavera de 2021.

Lo interesante de este remaster no es únicamente que se haya incluido resolución 4k, mejores efectos de iluminación (que permiten sombras en tiempo real), texturas de mayor calidad o mejoras como una interfaz actualizada (retoques que puedes apreciar en las capturas del reportaje).

Lo mejor es que Shadow Man Remastered se ha molestado en incorporar material desechado, lo que revaloriza muchos puntos esta versión, convirtiéndola en la definitiva.

Suficiente para compensar detalles gráficos menores como el clipping y el inevitable aspecto arcaico de determinados pasajes, imposible de camuflar ni con el motion blur ni el resto los filtros gráficos ofrecidos.

Algo, por otro lado, más que lógico al tratarse de un título, recordemos, de 1999.

Shadow Man 2

Todo el impacto de la primera entrega se diluyó notablemente con la secuela. Llegaría en 2002 exclusivamente a PlayStation 2.

Su desarrollo estaba más orientado a la acción que a la exploración, resultando en un título mucho menos fresco y más genérico. Además, en el margen de tiempo entre uno y otro, las bazas de la primera parte se asumieron rápidamente en la industria. Ofrecer un más de lo mismo no fue suficiente, menos en una consola con un catálogo tan descomunal y con tanta calidad como el de PlayStation 2.

Tampoco le ayudó una campaña de marketing muy desafortunada e innecesariamente irrespetuosa con la que generó una fuerte controversia. Al final, el cúmulo de elementos en contra terminó sumergiendo a LeRoi en las mismas tinieblas que inundaban sus propios juegos.

Dos décadas después, con Acclaim ya fuera del negocio y Valiant de nuevo llevando las riendas de su propia editorial, el nuevo Shadowman quiere dejar atrás la sombra (nunca mejor dicho) tan alargada del título de Nintendo 64, y empezar de cero. ¿Lo conseguirá?


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