Sinister Halloween Análisis para Steam – Review – Crítica – Reseña
Hora de pedir «truco o trato» en esta curiosa propuesta de Celeritas Games
Todos tenemos en mente el Halloween ideal: barrios llenos de personas de todas las edades disfrazados y pidiendo golosinas, desfiles por las avenidas, casas del terror, escaparates y casas decorados para la ocasión… La realidad, al menos en España, es distinta, y nos toca poner de nuestra parte trayendo análisis de todo tipo como el que nos ocupa.
Recurrimos a producciones de terror para ser partícipes de la celebración internacional y en Videojuerguistas seguimos con nuestra programación especial, hablando hoy de Sinister Halloween, un título que he recomendado en varias ocasiones –y hoy por fin os lo acerco con más detalle-, que nos lleva de la mano a recorrer las calles de un barrio residencial en Halloween. ¡Dentro golosinas!
La esencia de Truco o Trato en un videojuego
Si habéis visto la película Trick ‘r Treat (Michael Dougherty, 2007), entenderéis enseguida a qué me refiero con este enunciado. En Sinister Halloween tenemos la experiencia más cercana a esta antología terrorífica. El mapa principal (tenemos nueve mapas en el modo normal y ocho en el de supervivencia) consiste en un barrio residencial con una estrecha franja al aire libre. Tenemos a nuestra disposición distintas actividades para celebrar la Víspera de Todos los Santos, que a su vez nos llevará a recorrer todo el escenario y conocer las diferentes subtramas del vecindario.
Podremos dedicarnos al vandalismo, a pegar carteles de desaparecidos, pedir «truco o trato», encender velas y mucho más. Sin entrar en destripar sus historias, diré que nos encontraremos situaciones sobrenaturales o cercanas al slasher, y hasta vecinos cuyos disfraces son demasiado… reales. Por supuesto, no pueden faltar todos los elementos del terror: brujas, duendes, asesinos, hombres lobo, fantasmas malvados, gente poseída, casas del terror, una mansión encantada y adecentada para la ocasión… Vamos, una delicia para los amantes del terror que quieren ver un catálogo interesante de criaturas.
Si preferimos tomar una ruta lineal, nos limitaremos a jugar diferentes escenarios que enlazarán, en mayor o menor medida, las historias entre sí, todo para terminar en una gran fiesta de Halloween donde todos los monstruos, humanos y sobrenaturales, se reunirán para acabar con nosotros. Y es en este punto donde mayores semejanzas encontramos con la cinta de Dougherty al introducir distintos tipos de terror y la relación entre cada uno de ellos.
Todo se arregla con una bala en el cráneo
En la historia principal de Sinister Halloween, llegará un punto en que nos darán un arma con munición infinita para, como si fuera un Doom, eliminar las hordas de enemigos y avanzar hasta encontrar a nuestros compañeros de disfraces. Son nueve mapas en total con enemigos distintos, así que se hace bastante ameno y, aunque la experiencia se resumiría en un FPS, hay momentos donde puedes llevarte un sobresalto y sentir tensión por la atmósfera generada.
Aparte de los modos de juego señalados (modo libre; modo libre-lineal, donde podremos elegir nosotros mismos entrar en los distintos mapas, y modo lineal), tenemos uno de supervivencia, donde se añaden ocho nuevos mapas a la experiencia. Como veréis, tenemos unas cuantas horas de diversión. Algo recomendable para disfrutar el día 31 de octubre.
The Asylum: ampliando la experiencia del videojuego
Debo decir que este DLC me hizo pasar peores momentos que el juego base. Aquí, aunque no renuncia a su carácter, se centra en producir un terror más psicológico y, por supuesto, no desprovisto de jumpscares o momentos cómicos —como abrir una taquilla y encontrar la cabeza de un tiburón, que después del sobresalto inicial empiezas a reírte—.
La ambientación, al trasladarse a un hospital psiquiátrico donde deberemos buscar a una niña desaparecida, está mucho mejor aprovechada. Además, los documentos que encuentras por el camino sirven para ampliar la pequeña historia que hay tras él.
La acción FPS tiene más variantes al encontrarnos enemigos diferentes, que esta vez no solo sirven para deshacernos de ellos, sino para asustarnos y hacernos fallar en los disparos. Además, se nota una ligera mejoría gráfica, incluyendo el modelado de los personajes, y de corrección de fallos técnicos con respecto al título original.
En definitiva, este DLC propone una experiencia corta, pero intensa, que se redime de sus fallos.
Buen concepto sin aprovechar del todo
La premisa es interesante e incluso tiene momentos de desasosiego o, aunque no sean de mi agrado, jumpscares que te harán pausar el juego y relajarte antes de continuar. Sin embargo, hay ciertos aspectos que provocan que esta experiencia diferente no logre el grado óptimo de inmersión.
Uno de ellos es el apartado técnico. No, no me refiero al acabado gráfico; aunque no es sobresaliente, sabe suplir sus carencias y crear una atmósfera interesante para producir tensión o hacernos creer que estamos en una celebración de Halloween. Donde quiero ir es que, a pesar de los años que tiene Sinister Halloween, no han corregido errores que pueden fastidiarnos la experiencia y no porque nos saque de un mundo que, en definitiva, no deja de ser demasiado estático y plano —aunque las misiones secundarias y otras actividades lo compensen—, sino porque nos puede obligar a reiniciar la misión.
Algunos ejemplos rápidos y recurrentes en mis partidas: un hombre lobo que no avanza por la puerta, lo que me impide avanzar en la historia y tener que reiniciar para que pueda entrar, matarlo y salir de la cripta donde estaba atrapado; un loco con motosierra que no aparece y, sin embargo, oímos el sonido del mecanismo y sus gritos desquiciados, lo que, de nuevo, hace que tenga que reiniciar, o un jumpscare que no se activa y que impide que aparezca un objeto clave para avanzar a otro punto de un mismo escenario.
Quizás estos fallos y otros —hay graciosos, como poder mover el pelo o partes del disfraz a los demás con más rapidez que el centrifugado de una lavadora—, al encontrarse en versión de realidad virtual, pudieran haberse evitado destinando los recursos a una de las dos —siendo un equipo pequeño y con una idea buena—.
Halloween descafeinado
He dicho que el vecindario está bien recreado y sus minijuegos y misiones crean una experiencia buena, pero el mundo parece vacío. Todos parecen personajes que esperan a ser llamados para decir una línea de diálogo y volver a desaparecer tras su mostrador o la puerta de su domicilio. Los únicos que están por la calle son el trío protagonista, y aun así los otros personajes parecen de decoración. Alguna misión en el interior de una fiesta de disfraces, coger manzanas con la boca o similares podrían haberle dado un punto más de inmersión y recreación de Halloween.
Aun con todo, esto no debe tomarse como un NO rotundo al videojuego ni mucho menos. Primero, porque es un equipo pequeño que han lanzado una idea muy aprovechable, y segundo por el precio que tiene (unos 8€. Yo lo compré por 3€, más 0’50€ su DLC). Pero creo que hay que señalar lo que no está bien del todo más como algo constructivo que destructivo, porque de verdad que me habría encantado un videojuego mucho más completo por la base tan interesante que tiene.
Conclusión
Sinister Halloween es un videojuego que, si te gusta Halloween, deberías probar… siendo consciente de lo escrito en los párrafos anteriores. Tampoco está subtitulado ni doblado al español, pero no hay una cantidad de texto excesiva como para ser una molestia.
Aun así, tiene unas cuantas horas de diversión, incluyendo su DLC, por las que merece la pena pagar el precio que tiene en Steam y olvidar los errores técnicos o el acabado gráfico —vuelvo a repetir que tiene una buena atmósfera, motivo más que suficiente para no ser sibaritas y simplemente disfrutar—. Además, si tenéis gafas de realidad virtual podéis probar la experiencia.
¿Conocíais el videojuego? ¿Qué opinión tenéis sobre él? No todos los juegos van a ser perfectos, pero las carencias pueden ser suplidas por virtudes, y es en definitiva lo que hace que un producto irregular sea disfrutable, más en estas fechas.
Enlaces de interés
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El saco de Sam nació siendo Woodsbhorror, centrado en un principio en el slasher, hasta que concluyó que era mejor un nombre que pudiera abarcar distintos espectros del terror y reunirlos bajo una identidad. Esta es Sam, quien arrastra un saco de arpillera, y es la personificación de Halloween en la película antológica Truco o Trato.
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