El videoartista Bill Viola ofrece una experiencia completamente única, genuina y minoritaria dentro del mundo de los videojuegos, acercándolos un poco más al arte de vanguardia
Aún con todos los matices y el debate interminable de si el videojuego es arte (en base a su naturaleza primigenia de proporcionar diversión y plantear reglas cambiantes/fijas para conseguir unas metas específicas), el videojuego no se escapa a propósitos artísticos como instrumento cultural que es.
No me había planteado lo difícil que es explicar Journey hasta que me he puesto con este artículo. Materializar con palabras sensaciones tan profundas y personales es muy complicado, y seguramente estéril, porque ni con todo el esfuerzo se puede reproducir verbalmente un concepto pensado para vivirlo.