Análisis Retro de BATMAN ARKHAM ASYLUM – ¿El mejor juego del Caballero Oscuro?
Décimo aniversario del aclamado título de Rocksteady
Superhéroes y videojuegos siempre han tenido una estrecha relación; ambos comparten el propósito de dar alas a la imaginación, de ofrecer un mundo alternativo donde buenos y malos se enfrentan con nosotros como testigos.
Pero mezclar estos lenguajes no garantiza 100% el éxito. Hay ejemplos que sí, como el fantástico Comix Zone de Mega Drive (1995), un fabuloso homenaje a los tebeos y los artistas encargados de darles vida, o el magistral Spiderman de Insomniac. E, igualmente, adaptaciones directas con resultados más que aceptables (Astérix, 1993; The Punisher, 2005).
Pero también nos hemos encontrado verdaderos fiascos, como Iron Man (2008) o Superman 64 (1999), famoso por considerarse uno de los peores juegos jamás comercializados.
Y así, con esa incertidumbre de no saber en qué bando caería, debutaba el 28/8/2009 Batman Arkham Asylum.
Al caballero de Gotham los videojuegos no le resultaban desconocidos: protagonizó varios títulos bastante estimables basados en la serie animada de los 90 (Vengeance, 2001), la película de Christopher Nolan Batman Begins (2005) y las de Tim Burton para las míticas NES y Game Boy (1989), además de otro para el fallido Mega-CD (Batman Returns, 1993), a la postre de los mejores del sistema.
El hombre murciélago estaba en pleno repunte comercial, gracias a sus recientes taquillazos cinematográficos, cuando la producción de Rocksteady se estrenaba.
Había pasado poco más de un año de The Dark Knight, un gigantesco blockbuster que continuaba la senda iniciada por Batman Begins, el film que reformuló las adaptaciones a cine de cómics, respetando los matices psicológicos y la profundidad de unos guiones que, hasta la fecha, sólo se habían reflejado tímidamente en forma de decorados góticos.
Bruce Wayne ya no era el multimillonario fashion victim de Batman & Robin (1997) o el frío (flemático) retrato dibujado por Tim Burton (1989). Ahora era la cara pública de un ser atormentado por sus propios demonios, sus debilidades, deseos de venganza y la búsqueda de un equilibrio entre su oscuridad y su humanidad.
El espectáculo cinematográfico de Nolan impregnó de una seriedad y una formalidad refrescantes al icónico caballero oscuro que, con las facciones de un Christian Bale entregado en cuerpo y alma, encaraba el nuevo siglo con renovadas cotas de popularidad.
Las altas expectativas en torno a su regreso a los videojuegos eran más que lógicas, y se vieron cumplidas de sobra, hasta tal punto que podemos considerarlo uno de los más influyentes en los últimos años.
Es cierto que no inventaba la rueda, pero sus mecánicas refinaban los cánones del infalible yo-contra-el-barrio, para mezclarlas con dosis de exploración e investigación idóneas con la personalidad del personaje, ofreciendo un conjunto variado y francamente entretenido.
Envuelto en un apartado técnico de impacto, con vistosos juegos de luces y sombras, magníficas animaciones y unos modelos plagados de detalles, Batman Arkham Asylum concentraba en apenas diez horas de duración multitud de situaciones (y géneros) dispares, complicando que pudiéramos aburrirnos.
Secciones de sigilo, pequeños rompecabezas, alucinaciones por cortesía del Espantapájaros, zonas de plataformas, desbloqueo progresivo de habilidades y regiones del mapa… Un desarrollo muy ameno que sacrificaba una extensa duración en favor de un ritmo sensacional.
Una decisión muy inteligente con la que, además, se camuflaba un guión bastante sencillo que tiraba de carisma en todo momento para cuajar; también su atmósfera, sórdida y con cierto toque terrorífico, se distanciaba del canon Nolan para respetar la estética de Dave McKean y el tono de Grant Morrison, los máximos responsables de la viñeta original de Arkham Asylum.
Rocksteady tuvo el enorme mérito de hacer parecer fácil lo que es un trabajo descomunal de recreación. Desde nuestra perspectiva, nos parecen lógicas, casi inevitables, las mecánicas de investigación y de sigilo para un héroe que se mueve en las sombras, así como disponer unos combates multitudinarios donde esquivar o neutralizar con la capa mantiene el combo,
Pero lo cierto es que cuadrar todos los recursos, posibilidades y personalidad de Batman con tal grado de genialidad es para quitarse el sombrero.
Muchas de sus cualidades calaron rápidamente en el mundillo: el sistema de peleas se reprodujo con muchos parecidos en Mad Max, Sombras de Guerra, Horizon: Zero Dawn, algún que otro Assassin’s Creed y su discípulo más aventajado, Marvel’s Spiderman, al igual que el característico Modo Detective, también parte del reboot de Tomb Raider.
En definitiva, crear escuela en una industria tan saturada como ésta es muy complicado, y Batman Arkham Asylum lo hizo.
El mimo con el que se abordó al héroe de DC Comics incluía un extraordinario doblaje; en la versión original intervenían Kevin Conroy (el actor que más veces ha prestado su voz al Caballero Oscuro) y Mark Hamill –el legendario Luke Skywalker- como el Joker.
A España llegaría con uno de los mejores doblajes jamás realizados en el mundillo, destacando el carismático Claudio Serrano (la misma voz de Batman en las películas de Nolan) al frente de un elenco en el que participaban enormes profesionales del sector, como Roberto Cuenca (habitual doblador de Danny DeVito), Eduardo Jover (voz de Tom Cruise en los 80) y José Padilla (nada menos que Mickey Mouse, el hermano de Frasier y el descacharrante señor Skinner en Los Simpson): un trabajo referencial por méritos propios.
El conjunto cosechó un enorme éxito entre el público, vendiendo más de diez millones de juegos en formato físico, y también entre la crítica: obtuvo numerosos premios y nominaciones (Giant Bomb lo calificó Mejor Juego Multiplataforma de 2009), un dato aún más notable al ser un año especialmente competitivo (debutaron Borderlands, Assassin’s Creed II, Resident Evil 5 y Uncharted 2, entre otros).
Reconocimientos que se han multiplicado con el paso del tiempo, como avalan diferentes ránkings y encuestas (IGN y Empire lo incluyeron entre los 100 mejores juegos de la historia en las listas publicadas en 2014 y 2018).
Con Arkham Asylum se daba el pistoletazo de salida a una de las sagas más prestigiosas de la actualidad, demostrando que el cómic también puede inspirar un videojuego extraordinario.
Porque, al final, el éxito no es cuestión de súperpoderes, sino de talento y esfuerzo.