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Dementium The Ward y Dementium II Análisis Retro – Review – Así eran los survival horror que quisieron adaptar Silent Hill a Nintendo DS

Recordamos dos de los títulos más importantes del catálogo de Nintendo DS a la hora de romper moldes y estereotipos para la portátil, cuya primera entrega regresa con un remake para Switch

Rubén Aído & Sergio Díaz

Mucho ha llovido desde que Nintendo DS terminó su ciclo como una auténtica revolución en el sector gracias a la versatilidad de sus dos pantallas y un catálogo que invitaba a toda la familia a adquirir su propio dispositivo. A pesar de que el público mayoritario seguía asociando a la pequeña máquina de Nintendo como algo para niños, a base de originalidad se diversificó a consumidores de todas las edades, incluyendo los que nunca habían tenido contacto con una videoconsola. Brain Training, Art Academy, Nintendogs, Profesor Layton, Hotel Dusk, Another Code, New Super Mario Bros., Zelda Spirits Track… Nintendo innovaba dentro de sus propias licencias tradicionales y apostaba por otras inéditas, por ejemplo con videojuegos de corte musical y propuestas enfocadas en entrenar nuestra mente a través de minijuegos y acertijos. Esta iniciativa caló en un amplio grupo de adultos. Si bien predominaban los juegos conservaduristas, ese conjunto de usuarios con una edad por encima del perfil de jugador de Nintendo DS era una brecha para compañías más atrevidas. Es el caso de Renegade Kid y su saga Dementium, con la que apostaron por títulos muy diferentes dentro del vasto catálogo de la consola.

El estudio, fundado en 2007 por los veteranos en la industria Jools Watsham y Gregg Hargrove, planteó un título de terror en primera persona con un marcado enfoque gore, visceral y explícito. Algo que a ciertas editoras no les pareció un proyecto rentable por no ser el usuario adulto el prototipo de comprador de juegos de Nintendo DS, ni que fuese a resultar interesante para ese público maduro objetivo.

Por suerte para todos, Dementium logró llegar al mercado portátil en 2007 para romper moldes. La escasez de alternativas similares, entre las que destacaba la excepción de la magnífica conversión del primer Resident Evil, transformó a Dementium en una franquicia de culto entre los jugadores de Nintendo DS, prácticamente al instante. Ningún otro título de su catálogo ha alcanzado el nivel de tensión y perturbación que nos ofreció esta producción escabrosa, macabra y decididamente repulsiva.

¿Terror en primera persona para Nintendo DS?

Dementium: The Ward hacía suya la estética mugrienta que caracterizaba a las snuff movies y que tanto había impactado en el entretenimiento interactivo en aquellos momentos. Especialmente a causa de Manhunt 2 y el sinfín de polémicas por su contenido explícito (y su vinculación con un asesinato real).

Esta primera entrega de Dementium se convirtió en uno de los primeros títulos del catálogo de NDS en contar con una clasificación por edades no recomendado para menores de 18 años en nuestro sistema PEGI, lo cual despertó mucho interés y cierto recelo en algunos países occidentales, aunque, al revés de propuestas posteriores similares como Condemned, esquivaría el veto del siempre riguroso mercado alemán.

Las prestaciones técnicas de la portátil podrían hacer creer que no estaba cualificada para generar sensación de malestar en el jugador, pero nada más lejos de la realidad. La doble pantalla de Nintendo DS daba pie a colocar toda la acción en la superior y permitir todo tipo controles, minijuegos y visualización de menús de juego en la pantalla táctil, utilizando un estilo basado, según sus responsables, en el utilizado por Nintendo en Metroid Prime Hunters.

El fantástico uso de la linterna y los altavoces se combinaban con un inteligente diseño de niveles, el cual sabía sacar partido tanto al jumpscare más inesperado como al ritmo de la trama. Esta podía llevarnos hasta cinco horas de puro suspense y momentazos gore.

Un guion que, por cierto, comenzó como entrega de Silent Hill para Nintendo DS, pero que Konami rechazó en el último momento por, precisamente, considerar poco terrorífico jugar un juego de miedo en portátil… Una excusa cutre tras la que, posiblemente, se escondía la poca confianza que despertaba un equipo tan poco conocido como Renegade Kid. O quizá fuese las reticencias a explorar una idea que chocaba con la imagen familiar que se tenía de la portátil de Nintendo en aquella época. ¿Qué habría pasado si finalmente hubiese sido un spin off de la saga del pueblo maldito?

Aquí el prototipo que mostraron a Konami, con vista en tercera persona

Dementium II, una secuela realmente inspirada

Al final, Dementium salvó los muebles con una narrativa que cerraría con una secuela netamente superior y aún más siniestra, dando respuestas a la mayoría de interrogantes sobre el psiquiátrico y los experimentos de los que éramos víctima en la primera parte (Outlast vibes).

Dementium II supuso una mayor cantidad de armas (algunas customizables y mejorables), pero donde más evolucionó esta secuela fue en su puesta en escena, con mejoras en el aspecto gráfico gracias a efectos de humo, neblina (indispensable en este tipo de juegos) y sombras dinámicas. Además, para esta segunda parte pudieron implementar voces tanto durante el juego como en las secuencias cinemáticas, y pudimos disfrutar de una traducción de sus textos al castellano.

En el aspecto jugable, los jugadores se encontraron con una mejora sustancial en el control, con la posibilidad de saltar y manejar nuestra linterna mientras su utilizaba el arma con la otra mano. Se redondeó con una mayor variedad de monstruos con una remodelada inteligencia artificial, lo que se traducía en un reto aún mayor durante sus 5 horas aproximadamente de duración.

El éxito de la franquicia provocaría una disputa legal por los royalties y los beneficios casi de inmediato, alargándose años entre dramáticas circunstancias personales de miembros del estudio y litigios hasta resolverse, dejando entretanto a la serie, desgraciadamente, en el olvido.

Ya sin la participación de sus principales responsables, la licencia se abrió camino y Dementium II HD vio la luz en PC con una edición rehecha por Memetic Games, con resultados discretos y algunos errores que nunca se corrigieron. Contó con toda la jugabilidad clásica pero proporcionando imágenes, iluminación y controles refinados y actualizados. Su componente visual es sin duda el mayor aliciente, pero esta versión perdía el encanto de la doble pantalla, la comodidad de las funciones táctiles y su espíritu portátil, a todas luces parte de su personalidad.

Y más allá de esta acertadísima secuela, Dementium volvió a la carga cuando la licencia y sus derechos estuvieron de nuevo en manos de Renegade Kid, haciendo realidad un remaster de la primera entrega, disponible en la tienda virtual de Nintendo 3DS. Presentó gráficos mejorados, una dinámica de juego más depurada, FX de gran calidad y opciones de control que mejoraban la percepción de inmersión.

Uno de los puntos más comentados fueron sus nuevos ajustes de dificultad, de los que destacó el modo Demented, diseñado para los fans más hardcore de la serie. Por desgracia, no incorporó una traducción para sus textos fuera del inglés (el original de Nintendo DS sí los tuvo) con la que habrían impulsado su popularidad tras tanto tiempo en el olvido.

A la tercera va la vencida

Tal y como pudimos comprobar hace escasas horas, Halloween iba a traernos de vuelta mucho más que simplemente los clásicos que nunca faltan. Por sorpresa hemos conocido que Dementium tendrá durante este terrorífico octubre de 2023 una tercera oportunidad de hacernos disfrutar y pasarlo «mal» (es decir, muy bien), a través de un nuevo remake.

Partiendo del trabajo realizado en su remasterización de 3DS, Dementium: The Ward se dejará caer en Nintendo Switch con una versión (realizada por Atooi) programada desde cero para asegurar un funcionamiento acorde a los estándares actuales, aunque respetando toda la esencia jugable, estética y gráfica del original.

Como anécdota, la parte menos amable de este reencuentro es que Renegade Kid como estudio independiente cerró sus puertas en 2016, dando lugar a una división de sus licencias. Se fundaron Atooi (a cargo de Jools Watsham) e Infitizmo (con Gregg Hargrove como responsable), repartiendo sus licencias entre ambas en función del tipo de desarrollo (entornos 2D o 3D).

Así que solo nos queda esperar al próximo 12 de octubre para visitar una vez más, o por primera vez si eres de los que no conocía esta saga de culto, uno de los más siniestros sanatorios del mundo de los videojuegos. Lleva dodotis, te harán falta.


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