[Análisis] Laser Tag Massacre (PC): un slasher desde Brasil con aroma a años ochenta
Un slasher con una leyenda urbana como historia y Halloween como telón de fondo

Laser Tag Massacre
Desarrollador: Liminal Road
Género: Terror
Plataforma: Steam, Itch.io
Idioma: Textos en español
Duración (aproximada): 1-2 horas
Precio: 4,99 €
Amigas y amigos del terror, hoy os traigo el análisis de Laser Tag Massacre para PC. Un videojuego independiente de terror slasher desarrollado por Liminal Road y disponible en Steam e Itch.io.
¿Qué vamos a encontrar en este título? Acompañadme para comprobarlo. Y recordad: no os separéis.
¡Dentro cuchillos!

Una leyenda oscura y un salón recreativo
La premisa de Laser Tag Massacre no esconde su influencia en el slasher ochentero. Su trasfondo nos retrotrae a la historia que se cuenta alrededor de una fogata en un campamento de verano.
Un incendio terminó con la vida de dos niños y el salón recreativo cerró en medio de un halo de misterio, desconfianza y encubrimiento por el caso. ¿A quién se le ocurriría montar una fiesta clandestina de Halloween en este lugar? Exacto, a un grupo de amigos que quiere sacarse un dinero. Por supuesto, dentro se reúnen los arquetipos tan queridos en el subgénero. Están el repelente intelectual y aguafiestas, el chico y la chica tímidos y la pareja con las hormonas disparadas. Añado que en el videojuego se da un chasco sentimental que sigue resonando incluso en España.
El villano es una mezcla de Freddy Krueger y Jason Voorhees con exceso de anabolizantes sobrenaturales. Aún viste con la ropa de una eterna partida de laserdromo y empuña una espada mágica a lo Excalibur. Una combinación potente, ¿verdad?

Simulador de fiesta clandestina con toques slasher
El videojuego se sale de la jugabilidad reconocible en títulos del estilo. Laser Tag Massacre no es un survival horror como estamos acostumbrados. Su jugabilidad se divide en dos marcadas secciones: una es la parte preparativa del recinto para recibir a los invitados, y la otra es una frenética persecución entre angostos y laberínticos pasillos dentro del laserdromo. Por el contrario, puede resultarnos tedioso si tenemos que posponer el juego. No podemos omitir ninguna cinemática ni diálogo y no hay guardado manual. Algo comprensible dado que tiene una duración estimada de una hora y media, quizás algo más si desbloqueamos su final alternativo.

Se agradece que se haya salido del esquema típico, pues se percibe como algo más realista. Tendremos que limpiar el recinto para recibir a los invitados, decorarlo a nuestro gusto y pasar un pequeño minijuego que me recordó a Papers, Please. Aquí, además, encontraremos un desfile de rostros icónicos, como Ghostface o Michael Myers. Mención especial al minijuego del hockey de aire donde, si te lo propones, puedes picarte a vencer a la inteligencia artificial. Es el verdadero enemigo del juego, os lo aseguro.
En cuanto a la sección final, es divertida. Primero jugamos una partida en el laserdromo, donde el sonido es importante para descubrir la posición de los rivales y evitar que nos eliminen. Luego está el enfrentamiento con el villano. Es sencillo, ya que solo deberemos correr mientras buscamos la salida. Pero tenemos que estar atentos para guiarnos por el sonido y seguir las pistas en los pasillos para escapar con vida. Aquí encontramos un elemento diferente que no vemos en este tipo de videojuegos y que sirve como sustitutivo del enfrentamiento directo, que son los quick time events.

Estética low-poly y luces de colores
Laser Tag Massacre tiene la estética low-poly tan habitual en la mayoría de estas propuestas independientes. Durante los primeros minutos, la combina con la suciedad, grano y calidez de La matanza de Texas. Los protagonistas realizan un viaje por un entorno rural del municipio de Campinas en una caravana similar a la de los personajes del clásico de Tobe Hooper.

No falta la desangelada gasolinera de mitad del camino, cuyo dueño es culpable sin pruebas de crímenes de lesa humanidad. Cumple en parte con el tropo del padre de familia de los Sawyer, ya que además les advierte del peligro de adentrarse en un sitio que no conocen y del fugitivo de cara quemada que acecha durante la noche. Es más, solo le faltó decirles claramente: «¡Vais a morir si no os marcháis a vuestra p*ta casa, adolescentes cachondos!».
Pero esto cambia una vez estamos en el salón recreativo. Todo se convierte en un festival de neones, pintura fosforescente y música electrónica. ¿A quién no le va a gustar una buena matanza ficticia en un entorno fiestero del siglo XXI? Desconozco si hay películas del subgénero que ocurran en un laserdromo, pero si queréis una en un festival de música os recomiendo Party Hard, Die Young (2018, Dominik Hartl).
El nivel de violencia explícita es aceptable. No es lo más bruto que vamos a ver en un videojuego del estilo, pero desde luego que tiene un buen impacto, ya que aquí al menos nos importan mínimamente los personajes. Aunque me quedo con cierto momento de dos esqueletos que, acompañado con la historia que hay detrás, lo convierten en lo más espeluznante y triste del videojuego.

Conclusión
Laser Tag Massacre es un videojuego de terror independiente que ofrece una experiencia más allá del survival horror en su escasa hora y media de duración. Con ganas de ver más del estudio y ojalá consigan más recursos para hacer un proyecto más grande en su propuesta jugable.
Nota
6.6