Xiaomei and the Flame Dragon’s Fist Análisis – Review para Switch

Un beat’em up que calca los tiempos de SNES, con las mismas virtudes y defectos

Si eres de los que busca un yo-contra-el-barrio lo más fiel posible a la época de partidas a cinco duros en recreativas y los 16 bits, Xiaomei and the Flame Dragon’s Fist te aseguro que te encantará.

Sus virtudes pesan más que sus defectos, los cuales no dejan de ser los implícitos a una producción que busca emular al pie de la letra los arcades de principios de los 90.

No obstante, vamos a repasar lo mejor y lo peor de esta producción lanzada originalmente en 2019 pero nunca en occidente, que ahora está disponible a 14,99 € en la eShop de Switch.

Kung Fu a golpe de sprite

Xiaomei es una de las dos discípulas de un venerable maestro de kung fu: la otra es su hermana mayor, Xiaoyin. Ésta ha puesto rumbo a una montaña sagrada para hacer suyos unos poderes oscuros, con lo que nosotros, como buena sister que somos, tendremos que ir en su busca para disuadirla y alejarla de las fuerzas del mal.

Por el camino, mientras limpiamos a fondo la región de maleantes y animales salvajes con los movimientos aprendidos de nuestro maestro, nos encontraremos otros personajes que nos irán dejando unas breves líneas para servir de cortinilla entre fase y fase; están traducidas al español, aunque con alguna que otra falta de ortografía bastante tocha.

En total, el juego presenta 6 fases divididas en dos tramos cada una: una primera sección de desplazamiento lateral unidireccional (es decir, siempre habrá que moverse a la derecha y no hay posibilidad de retroceder), y una segunda dedicada al jefe de turno.

Como en los juegos de antaño, hay un tiempo límite para superar las dos y también ítems aleatorios de recuperación total/parcial de la salud y el poder mágico. Porque en Xiaomei and the… contamos con cuatro movimientos básicos: patada, puñetazo, salto y el especial, que invoca un dragón que cruza el escenario.

Este ataque se recarga a base de golpear enemigos o bien recogiendo uno de esos ítems que decíamos unas líneas atrás pero, en cualquier caso, su recarga no depende de que transcurra un determinado tiempo.

Ajustes de dificultad

Hay que saber utilizarlo porque éste no es un juego precisamente fácil, aunque no podía ser de otro modo siendo el homenaje que es a la vieja escuela.

Para los paquetes como yo, hay tres niveles de dificultad y la opción de ajustar el número de vidas adicionales (hasta un máximo de siete). Si nos matan, volveremos al principio de la sección de esa fase concreta; es decir, que si nos mata el jefe de la fase 2, cada vez que gastemos todas las continuaciones volveremos a empezar desde ese mismo jefe; y si nos matan en mitad de la fase 4, arrancaremos desde el principio de la fase 4.

Como curiosidad, cada fase superada se vuelve disponible desde el menú principal, por si queremos mejorar nuestros tiempos o récords; en este punto destaca uno de los extras del juego para esta reedición en Switch, que es haber incorporado galerías y fondos de pantalla (recortadas para mantener el 4:3 de los 90), accesibles según cumplamos unas puntuaciones.

Eso sí, para mi gusto le habrían sentado de maravilla más opciones de filtros y ajustes visuales, con los que haberle dado mayores posibilidades de personalización a los fanáticos del retro y las teles de tubo; y, puestos a pedir, incluso opciones de mayor velocidad de desplazamiento, que a veces se percibe algo lento.

Apartado visual: el carisma de toda una época

Es, de lejos, el terreno más atractivo y más cuidado de todo Xiaomei and the…: las animaciones, el vistoso uso del color, hasta el scroll parallax hace acto de presencia… No falta nada para que los viejóvenes se sientan como en casa y tengan una sonrisa de oreja a oreja mientras juegan.

Como complemento a estos coloristas sprites encontramos unos efectos de sonido también muy acordes con Mega Drive y SNES: de hecho, son obra de Hirofumi Murasaki (Shinobi III), mientras que la música está compuesta por Norio Nakagata, quien realizó partituras para la casa Namco entre finales de los 80 y primeros de los 90 (Mirai Ninja), aunque hay realmente pocas piezas (la música es la misma para absolutamente todas las fases).

En cualquier caso, no puede decirse que no le han puesto también empeño a la hora de transmitir nostalgia.

Relación duración/precio

Llegamos al punto más controvertido de cualquier crítica, de la que hay muchas posturas y criterios distintos; tantos que es imposible dar con uno que sea válido para todos.

Pero la función última de cualquier review está en ayudar a decidir al usuario/a si debe comprar o no un determinado artículo; aunque la última palabra la tengan tanto su bolsillo como sus gustos personales.

Así que, tratando de ser lo más objetivo posible (siendo como soy un verdadero fanático de lo retro), Xiaomei and theme parece un ejercicio fantástico de nostalgia y un título muy recomendable, pero únicamente entre aquellos que sientan verdadera fascinación por los beat’em up de las 16 bits.

Porque esto no es una reinvención de esquemas clásicos como la que ofrecen Streets of Rage 4 o el más reciente Tortugas Ninja: Shredder’s Revenge.

Quiero decir, que aquí no hay evolución de personajes, ni adquisición de habilidades o movimientos canjeables por XP, ni nada de las mecánicas que han refrescado un género tan veterano como los yo-contra-el-barrio, de manera que puede hacerse francamente insípido para los que no vivieron la etapa de SNES/Mega Drive.

Aquí hay lo que hay: 6 fases que pueden superarse en unos cuatro-cinco minutos como máximo cada una… y repito que como máximo, porque la penúltima fase, por ejemplo, la completé entera en algo menos de tres minutos.

Después se desbloquea otra campaña protagonizada por la hermana mayor, pero desarrollada en los mismos seis escenarios y con los mismos enemigos, a excepción de los tres últimos bosses.

En resumen, 15 euros por casi casi una hora para verlo prácticamente todo (a excepción de las galerías y artworks desbloqueables por acumulación de puntos).

Un precio que lo hace complicado de recomendar abiertamente, sobre todo cuando te encuentras recopilatorios como el de clásicos de las Tortugas Ninja ya a 20€, o los fantásticos Scott Pilgrim y Castle Crashers al mismo coste (y con una campaña principal de cinco horas).

Conclusiones

Xiaomei and the Flame Dragon’s Fist no engaña y da lo que promete: un juego de SNES tal cual, divertido y muy bien acabado, pero sin adornos en sus mecánicas ni extras que no sean jugar la misma campaña con otra skin. Realmente, es que no se le pueden poner muchas pegas a excepción de que sabe a muy poco.

Los viejóvenes tienen aquí un agradable viaje por tiempos que quedan cada vez más y más lejanos, si bien gracias a títulos como éste no lo parece, porque funcionan a las mil maravillas a la hora de recrearlos; eso sí, el billete quizá ha subido más de la cuenta.

PUNTUACIÓN: 7

Puntuación: 3.5 de 5.

Enlaces de interés

Análisis SHREDDER’S REVENGE

Los mejores juegos de Super Nintendo

SEGA y los 50 mejores juegos de su historia