En junio de 2013, Naughty Dog lanzaba en PlayStation 3 uno de los videojuegos más aplaudidos y comentados de la historia reciente de la industria.
Nueve años después, el 2 de septiembre de 2022, nos llega una adaptación para PlayStation 5, muy controvertida por dividir a medios y aficionados entre quienes la ven innecesaria y los que la consideran una estupenda ocasión de volver a disfrutar de Ellie y Joel con adelantos técnicos de última generación.
¿Está justificada esta Parte I? ¿Cuáles son sus novedades más destacadas? ¿Son lo bastante significativas? Vamos a contestar a todas estas dudas en este reportaje, el primero de los que hemos dedicado a The Last of Us Parte I en nuestra web.
Para ello os detallamos todas las novedades y diferencias que aporta el remake organizándolas por puntos, con el propósito de ayudar a los indecisos a sopesar si vale la pena comprarlo.

Mejoras gráficas
Son el principal reclamo: actualizar The Last of Us a los tiempos presentes ha supuesto reconstruir su ambicioso apartado visual, y lo ha hecho con nuevos efectos lumínicos y animaciones, dotando a los personajes de un nivel de expresividad y credibilidad fantástico.

Tenemos entornos más llenos de vida, con más efectos para la vegetación, la herrumbre y todo lo relativo a luces, sobresaliendo los chispazos de partículas y efectos reflectantes.

Respecto a los personajes, la expresividad antes citada ha evolucionado con un nuevo abanico de gestos y movimientos tanto corporales como faciales: una de las más llamativas la encontramos en la eliminación de un enemigo a través del sigilo y la gesticulación con que pierde el conocimiento.

También cabe mencionar la fuerza dramática de los primeros planos por el apabullante nivel de detalle (arrugas, comisura de labios, heridas, suciedad…) que, pese a la polémica por la transformación de las facciones de algunos secundarios (por ejemplo, Tess), sin duda ha permitido ganar muchos enteros en naturalidad al conjunto.

En esa línea, que sus secuencias cinematográficas sean en tiempo real repercute directamente en el grado de inmersión del juego, pues las transiciones entre partida y video ganan una fluidez muy notable.

No obstante, y siendo sincero, el empaque visual alcanzado por el remaster le pone las cosas difíciles al remake en no pocas ocasiones, y si ya hablamos de la secuela, basta con ver muchas de las capturas para comprobar que, en determinados encuadres y momentos, las diferencias se atenúan drásticamente y no están todo lo separadas que cabría esperar para ser un título expresamente realizado para PlayStation 5.

Por decirlo de otra manera, Parte I se impone a la hora de transmitir realismo y vida a los entornos y personajes, pero no se desmarca (o no a niveles rotundos) de ciertos elementos y modelos de su predecesor más directo.
Por otro lado, contamos con nuevos planos y encuadres decididamente más cinematográficos con los que impulsar el suspense y la carga emocional de determinados eventos, así como con los ya imprescindibles modos Resolución (a 4k y 30 imágenes por segundo, enfatizando el tono cinemático) y Rendimiento (a 4k y 60 fps).

Que se haya retocado la dirección artística, asimismo, impulsa esa brutalidad y espíritu de supervivencia que impregna la narrativa de este mundo asolado, pues Parte I es más gore y más explícito, pero también es más bárbaro, más selvático y más desgarrador que nunca.


Más opciones en el Modo Foto
En Naughty Dog aseguran que Parte I se ha hecho desde cero con el propósito de aprovechar las cualidades de PlayStation 5, y otra buena manera de comprobarlo es con su espectacular Modo Foto, que nos permitirá observar el abrumador nivel de detalle de escenarios, ropa, paisajes y rostros.

Las opciones son tantas y la comunidad de jugadores nos ha cedido un volumen de capturas tan generoso que hemos decidido dedicar a este apartado su propio reportaje dentro de la serie dedicada a Parte I, el cual puedes consultar aquí a golpe de click.

Desafíos y ajustes para todos los gustos
También se han añadido nuevas características y modos pensados para los más competitivos y los que busquen un reto lo más realista y extremo posible: el primero es la modalidad Contrarreloj, que registrará tu tiempo de partida con el objetivo de mejorar las posteriores marcas.
El segundo es la inclusión de “muerte permanente”, un ajuste que está disponible para todas las dificultades; esto deja a elección del jugador darle un toque extra de emoción a una vuelta en modo fácil, o convertir Parte I en todo un desafío si se activa junto a la máxima dificultad.

Aquí cabe mencionar que la inteligencia artificial del juego se ha mejorado notablemente, si bien se mantienen errores incómodos en los aliados que inesperadamente se lanzan casi a los brazos de los chasqueadores; pero, en general, las amenazas de The Last of Us Parte I son más astutas, más escurridizas y más letales.

Un detalle a tener en cuenta también es que, en las versiones anteriores, el límite de personajes no jugables estaba limitado a ocho por restricciones técnicas de PS3, y ahora dicho número se ha incrementado, de manera que una emboscada (y en máxima dificultad) nos obligará a planificar nuestros movimientos a conciencia y hacer el mejor uso posible de nuestros recursos.
Teniendo en cuenta que una misma situación puede resolverse con estrategias distintas, y que éstas ganan en complejidad con esa mayor presencia de amenazas, podemos decir que Parte I ha enriquecido la profundidad del gameplay heredado.

Por último, si sois de los que preferís una experiencia accesible y que no os suponga un reto chungo, también hay ajustes a granel para que lo disfrutéis a vuestra manera.
Hay cinco niveles de dificultad y, dentro de cada uno, se nos ofrece un amplio registro de parámetros con los que configurar el juego a nuestra medida: por ejemplo, el daño recibido, ayuda al apuntar y hasta la intimación del sigilo.
Como veis, las posibilidades son gigantescas, facilitando tener una experiencia totalmente personalizada a través de sus 65 ajustes: podéis escoger enemigos duros y reducir el impacto de la infiltración al mínimo por ejemplo, o depender totalmente de vuestra habilidad al apuntar…

Hay tantas combinaciones y tantas maneras de enfocar cada partida que siempre vais a disfrutarla, porque la tendréis a vuestra medida hasta en el más mínimo detalle.
A modo de curiosidad, su trofeo de platino no exige terminar el juego en alguna dificultad concreta, con lo que es accesible para todos los usuarios.

Experiencia multisensorial
El remake ha hecho un verdadero esfuerzo por meternos en su atmósfera, ya que Naughty Dog ha cuidado muchísimo los puntos que más podían reforzar a la hora de brindarnos la mayor inmersión posible.
Es una pena que las posibilidades táctiles del DualSense estén siendo, en general, bastante desperdiciadas, pues casos como el de esta Parte I recuerdan lo sorprendentes y atractivas que son. Y es que, más allá del divertidísimo Astro’s PlayRoom de regalo con cada PlayStation 5, Kena Bridge of Spirits y Returnal, pocos juegos se han molestado en sacarles jugo.

Aquí, además de ver cómo Joel monta, desmonta, recarga y ajusta las armas con un elevado nivel de detalle, lo notaremos: cada manipulación la percibiremos a través de diferentes intensidades en el mando.
También efectos como la lluvia se trasladan de manera impactante a una respuesta háptica; y explosiones, caídas y movimientos bruscos también llegarán a nuestras manos con vibraciones y sensaciones repartidas por el DualSense, sincronizadas a la perfección con lo que ocurre en tiempo real en pantalla.

Además de hacernos partícipes con el tacto y la vista, The Last of Us Parte I envuelve con un sonido 3D tan francamente asombroso que hace de los cascos Pulse 3D un elemento imprescindible.
El modo en que la herramienta Tempest ubica los FX acústicamente es sensacional, creíble y definitivamente inmersivo, que es la palabra que mejor define el esfuerzo por transcribir sensorialmente la experiencia global de juego.

La accesibilidad como punto de inflexión
El DualSense también presenta un papel crucial en los ajustes de accesibilidad, pues en los casos de discapacidad auditiva la fuerza de la vibración refleja la respectiva intensidad de los diálogos.
Un precedente que es un ejemplo de los muchos que recoge el extraordinario empeño de Naughty Dog por hacer, como ya mostró con The Last of Us II, un título al alcance del mayor número posible de usuarios.

Si tuviera que mojarme a la hora de justificar la salida de este remake, este sería el apartado que, a título personal, considero que lo hace.
El esfuerzo del estudio a favor de la inclusión y la sensibilidad social mostrada a un porcentaje de usuarios tan frecuente e injustamente olvidados es encomiable, y es un punto en el que vale la pena detenerse y hacerse eco de sus características.
Es por ello por lo que decidí realizar un apartado propio para comentarlas al detalle, en otro reportaje dentro de la serie dedicada a The Last of Us Parte I que puedes consultar aquí.

Resumen de las novedades de Parte I
Después de todo lo expuesto, queda patente que Parte I no es una remasterización pero tampoco un remake al uso, ni es un producto hecho con desdén o desinterés.

Hubiese sido un tremendísimo error no haber cuidado la propia huella que la entrega original dejó en industria y aficionados, y afortunadamente no ha sido el caso.
¿Es el mejor remake que podían haber hecho? Ese ya es otro tema del que tenemos nuestra opinión en el análisis que realizamos y que puedes consultar aquí; pero, ciñéndonos al conjunto de novedades ofrecidas, no se puede negar que son de una ejecución sobresaliente.

The Last of Us Parte I es el mejor The Last of Us hasta la fecha.
Un producto cuidado, bien acabado y a la altura de su propio nombre, aunque poco valiente a la hora de ir más allá de la experiencia original.

Una nueva y sensacional dirección artística, gráficos de lujo, un sonido 3D impecable y un despliegue de opciones de accesibilidad pioneras en la industria puede que no sean suficientes pretextos, probablemente, para volver a pagar los 79,90 € de salida.
Pero no todos los días se trae de vuelta con este nivel de calidad una obra maestra contemporánea de los videojuegos.
VALORACIÓN

Redacción: Sergio Díaz
Agradecimientos: a Sergio García García por el código de juego y a Joseph Rubira, Galixtron, Dilerion Games, Rafa Giménez, JVKeko, Sephiroad, HezTorm, El Escritorio de J, RedKitsune18, Hoytehablode, BBC_Fotografos, GamingPicks, Melosdead, Jsheika86, SrShimada, DobleRGamer y Oniberserk por las capturas que forman parte del reportaje.
Un comentario en “Comparativa THE LAST OF US vs PARTE I – Todas las novedades y diferencias entre la versión PS5 y las originales de PS3 y PS4”
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