Cuando los sueños se hacen realidad

Elisa Fortes

Assassin’s Creed Valhalla es, sin duda alguna, el AC más ambicioso hasta la fecha. En su año de vida, ha recibido muy variados contenidos extra, tanto gratuitos como de pago, de muy diversa índole. Desde luego, los fans de la saga estamos encantados con el trato que le está dando Ubisoft.

En el caso de dlcs gratuitos, no podía dejar pasar por alto el novedoso Crossover Stories, que mezcla los dos últimos juegos de la saga. Sin más miramientos, me meto de lleno a reseñarlo y, advertidos estáis, hay spoilers muy tochos tanto de Odyssey como de Valhalla, porque sin spoilers no podría hacer esta reseña.

Este dlc está dividido en dos partes, y en ambas se especifican requisitos mínimos para que salten como misiones secundarias. Empezamos en Odyssey, donde se requiere que se haya adquirido el Cetro del Edén, la llave a la Atlántida, que nos la entrega Pitágoras. Tras adquirir este cetro, y todo lo que conlleva, nuestra protagonista adquiere la inmortalidad hasta que encuentre al siguiente Guardián de la Atlántida, que en Odyssey vemos que es Layla.

Este dlc se sitúa después de que Kassandra obtenga este cetro y solamente se puede jugar como Kassandra, no como Alexios. El tema de quién es el protagonista canon de Odyssey es un tema muy polémico, ya que se sabe a ciencia cierta que el juego empezó a desarrollarse con Kassandra como única protagonista, dejando a Alexios como el enemigo principal.

Sin embargo, Alexios se añadió como opción de protagonista simplemente porque los de arriba decían que nadie querría jugar como una mujer (esto demuestra tener bastante poca idea del mercado del videojuego, pero en fin, mientras que los jefes sean hombres con mentalidades pasadas…).

Puesto que el dlc solamente puede jugarse como Kassandra, no hay duda alguna de que ella es la auténtica protagonista del juego.

Kassandra decide que quiere tomarse un descanso y acaba en la isla de Korfu. Allí está durante medio año sin hacer nada, hasta que sus amigos Herodotos y Barnabas van en busca de ella para salir de aventuras. Ellos se encargan de hacerle buscar unas pistas sobre un tesoro por la isla, pistas puestas por ellos mismos por diversión, pero Kassandra acaba capturada por unos soldados que buscan un tesoro real, el mayor tesoro de la isla: un fruto del Edén.

Kassandra acaba encontrándolo pero, al entrar en contacto con él, su lanza mágica (seguramente sea otro artefacto Isu) queda inservible y ella queda totalmente despojada de sus poderes.

En este momento Alethia (la Isu que estuvo en contacto con ella en Odyssey) vuelve a llamarla y le encarga la misión de viajar por todo el mundo para encontrar todos los artefactos Isu repartidos por el mundo y llevarlos a un buen sitio, de lo contrario los humanos que lo poseen se vuelven fuera de sí y tienen poderes sobrehumanos que no pueden controlar, desatando el caos.

El problema es que Kassandra no tiene ya poderes y Alethia se desentiende de ello, y el fruto del Edén que había encontrado antes acaba en manos de Herodotos.

Cuando lo encuentra, lo vence de buena manera y recupera el fruto, neutralizándolo, y salvando la vida de su amigo. A partir de este momento, la misión de Kassandra por el resto de sus días será la de viajar por todo el mundo para que no vuelvan a pasar situaciones caóticas como lo que acaba de vivir.

Se sabe, además, que viaja a Egipto y podemos suponer que próximamente visite Origins…

Hacer de Kassandra una viajera del tiempo es algo que me entusiasma enormemente. Era algo que deseaba ver, cómo fue su vida y, realmente, podría haber conocido a cualquier Assassin, debido a que los eventos de Origins suceden anteriormente a cualquier otro.

En la segunda parte del dlc manejamos a Eivor, y sucede en Valhalla. De nuevo, hay unos requisitos mínimos que se deben cumplir para tener acceso a esta misión. Tenemos una visitante en Ravensthrope que nos habla de algo que ha llegado a su isla y que hace que la gente tenga pesadillas terribles, llegando a actuar de forma muy violenta los unos con los otros. Es la isla de Skye, sitio de paso de la mayoría de gente de la época, con apenas unos pocos asentamientos.

Valka, la gurú del asentamiento, le dice que ha tenido unas visiones de una mujer con una trenza que es la causante de esos problemas. Al principio, se creen que se trata de Randvi, pero al llegar, Eivor descubre que no es ella…

Eivor llega al sitio donde le han indicado que se encontraría con la mujer de la trenza, y se encuentra con Kassandra. Allí se desarrolla una brutal batalla entre ambas, demostrando una gran pericia en batalla, y acaba con las dos señalándose con su hoja oculta.

De aquí se puede deducir que Kassandra ha vuelto a entrenar desde cero para poder combatir sin sus poderes y, además, en su camino se ha debido cruzar el Credo.

Después de este intercambio de poderío, Kassandra le explica que ella anda bucando ese objeto (otro fruto del Edén), que es la causa real de todos los problemas de la isla. Juntas deciden ir en su busca, pero sus personalidades chocan mucho y toman caminos separados.
Eivor consigue acceso a una cueva donde se encuentra el misterioso objeto y es ahí cuando se vuelve a reunir con Kassandra.

Aquí Kassandra le habla un poco del objeto, sin embargo, no es la primera vez que Eivor se encuentra con uno de estos, ya que en Valhalla se encuentra con uno durante la historia y algunos mas en otras misiones. Sin embargo, es la primera vez que ve ese tipo de poder sobre los habitantes de la zona.

Kassandra le promete que lo pondrá a buen recaudo, y es aquí cuando se toman una noche de risas, fiesta y alcohol, pero justo cuando parece que Eivor ha encontrado una nueva amiga… Kassandra abandona el lugar, dejando atrás la isla de Skye para seguir con su misión.

Este dlc cuenta con objetos que podemos conseguir, como armas, armaduras e incluso skins para nuestro barco, tanto para Odyssey como para Valhalla.

Hace poco anunciaron un parche para Origins para mejorar su compatibilidad con altas resoluciones, pero yo sigo esperando que estén preparando otra entrega de Crossover Stories con Origins y volver a manejar a Kassandra.