Alone in the Clock Tower

Notable título de terror donde las mecánicas de sigilo se reparten el protagonismo con un guión francamente sorprendente

Sergio Díaz

@Sergio_SSDDCC

 

Ya no es fácil innovar en un género tan popular como el miedo. La industria le ha dado mil y una vueltas de tuerca a todos sus matices, ofreciendo un sinfín de propuestas para satisfacer a los amantes del terror psicológico, el gore, el misterio y lo paranormal.

Project Zero, Eternal Darkness, Silent Hill, Resident Evil, Outlast, The Evil Within, Amnesia, Cold Fear, Alone in the Dark, Alien Isolation, Layers of Fear, Obscure… Las caras del terror son muchas porque el público lo abraza de forma más heterogénea con respecto a otros géneros. Y, probablemente por ello, haya pasado más veces por períodos de declive y renovación.

Mientras la realidad virtual se consolida como el gran punto de inflexión para el terror (con Resident Evil VII como mejor exponente), pequeños estudios como el responsable de Remothered,  Stormind Games, se encargan de refrescarlo a base de imaginación y pasión por el género: su trabajo es, por méritos propios, uno de los más interesantes que los fanáticos de gritar frente a la pantalla tenemos disponible actualmente.

 

El guión como punto fuerte

Remothered posee muchas virtudes, pero destacan unas ganas tremendas por hacérselo pasar bien (es decir, putear) a todo el que se acerque a su propuesta. Hasta en el título se refleja ese esfuerzo, ya que Remothered, como explica la misma Stormind Games en su web, es una palabra inexistente que resulta de la suma de otras.

REM alude a la etapa del sueño donde predominan los movimientos oculares rápidos, una característica también presente en estados de hipnosis: un trance que hará acto de presencia en la trama del juego. Moth significa “polilla”; other puede traducirse como “desviado”, “perverso”, “retorcido” y, por último, red (rojo) se refiere a la sangre. Todas y cada una de las palabras resumen a la perfección los hilos que tejen el argumento.

El ejercicio de imaginación es absolutamente brillante, como lo son también sus cuidadísimos diálogos de presentación: “sólo envejeciendo encontramos algunas respuestas a las preguntas de la niñez, y sólo en la niñez no nos hacemos algunas preguntas”.

Remothered gira en torno a la desaparición de una joven, Celeste; nosotros encarnamos a alguien dispuesta a resolver el caso, Rosemary (¿guiño a Roman Polanski?). Los interrogantes la conducen a la mansión Felton, su hogar y la residencia de Richard, el padre adoptivo de Celeste y principal sospechoso. Una vez allí, nos colaremos a hurtadillas a la búsqueda de pruebas y, como no podía ser de otra forma, quedaremos atrapados en el caserón…

Remothered es, en esencia, un juego de sigilo bajo muchas capas de suspense. Rosemary deberá escapar de un recinto plagado de trampas (a sortear a base de quick time events), custodiado por un maníaco que no dudará en liquidarnos nada más vernos; un concepto que evoca irremediablemente a clásicos del terror como el juego de culto Rule of Rose o el fabuloso Clock Tower. De hecho, el título comenzó a gestarse en 2007 como un remake del mismo.

Nuestros recursos, al carecer de armas de fuego, serán objetos de distracción –por ejemplo, ladrillos y botellas-, cuyo ruido desviará la atención de nuestro perseguidor unos segundos cruciales para salir por piernas, así como sillones y mesas donde ocultarnos y en los que deberemos contener la respiración a través de un simpático minijuego.

Si nos capturan, se desencadena otro QTE en el que asestaremos un golpe con cualquiera de los objetos punzantes que hayamos ido recogiendo, por ejemplo cuchillos o destornilladores, aunque el límite de estos ítems es de uno en uno en el inventario, lo que significa que un segundo encuentro consecutivo nos mandará al menú de inicio. 

Con estas bases, es obvio que estamos ante un ejemplo más de los juegos dependientes del ensayo-y-error, con todas las cargas que ello implica: tropezar con nuestro Némesis particular una y otra vez en la misma esquina nos obligará a repetir la secuencia hasta que le demos esquinazo, lo cual podría invertir rápidamente un clima de tensión hacia otro más frustrante (y aburrido, que es lo peor que le puede ocurrir a un producto de entretenimiento).

Su fórmula es la que es, tremendamente eficaz pero también encorsetada y rígida: habrá que caminar muy despacio, no hacer ruido para que no nos localicen, encender lo mínimo la linterna para no llamar la atención, recoger una llave en una habitación y abrir una puerta sellada en la otra planta, esconderse y esperar a que pase la amenaza, tirar objetos para crear distracciones… En resumen, Remothered no es para todos los públicos por su ritmo y las dosis de paciencia que puede llegar a exigir.

Si eres de los que sí disfrutan con estas propuestas, entonces estarás en tu salsa. La inteligencia artificial es totalmente acuciante, no nos dará tregua en ningún momento y las incontables trampillas de la finca le revelarán inmediatamente nuestra posición.

En esa línea de mantener el agobio se ha introducido el estado de Rosemary, cuyas heridas tras un encontronazo la harán huir más lentamente o emitir quejidos que también descubran dónde nos escondemos: en definitiva, todo está concebido para hacernos sentir una presa siendo acechada.

No obstante, los chicos de Stormind Games saben perfectamente que hasta el forofo más acérrimo del sigilo también puede saturarse de unas mecánicas tan poco variadas, y ahí es donde entra en juego el guión. Los giros argumentales son realmente pasmosos y Remothered se reserva una última hora de partida tan espléndida como brutal.

Los secretos de la familia Felton se revelarán tras unas cinco horas de juego, en medio de impactantes secuencias gore (ridículamente bestia la del final), una generosa ración de sustos, persecuciones asfixiantes por pasajes laberínticos y confesiones impredecibles que cerrarán –casi- todo el arco argumental, desmarcándose de otros representantes del género de epílogos muy ambiguos.

 

Conclusiones

Como decía al principio del artículo, ya no es fácil sorprender en el género de terror, ni a decir verdad en ninguno a estas alturas. Pero Remothered lo ha conseguido conmigo, dejando un agradable sabor de boca y complicándole las cosas a las anunciadas secuelas, al haber dejado bastante alto el listón.

Y es que no hay nada particularmente desacertado en el conjunto. Podemos reprochar unos tiempos de carga a veces excesivos y unas animaciones, sobre todo las faciales, muy simples a estas alturas, pero tampoco seríamos justos con los recursos y posibilidades de un estudio tan modesto; de hecho, el resultado tanto técnico como artístico es más que digno.

Las estancias están repletas de detalles ornamentales, con toda la pomposidad y la ostentación propias de las mansiones decimonónicas; el nivel de recargamiento es tal, que amplifica el sentido de confusión en un caserío tan grande y oscuro.

También a nivel sonoro presenta una factura notable, tanto por sus partituras a cargo de Luca Balboni (que ha participado en films como Capitán Philips y la serie Gomorra) y Nobuko Toda, la compositora tras la tercera y cuarta parte de Metal Gear Solid, como por un doblaje muy convincente en el que destaca Adam Harrington (Bigby en The wolf among us).

Los FX, por su parte, cumplen su cometido de apoyar la atmósfera, con los imprescindibles chirridos de puertas, crujidos en las maderas y todo lo típico de los caserones con inquilinos maníacos.

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Remothered es, en esencia, un juego de sigilo bajo muchas capas de suspense

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En general, es un trabajo al que se le perciben limitaciones presupuestarias pero también un afán por evitar el conformismo, y eso se extiende al total, desde lo técnico a lo jugable.

La inclusión de minijuegos para no ser descubiertos, el rocambolesco argumento y las situaciones a las que nos enfrentaremos (por ejemplo, enemigos que sólo detectan el sonido) son buena prueba de ello; hasta se permite sendos tributos a Silent Hill o Project Zero, por citar algunos, que los aficionados al género van a agradecer.

Por tanto, Remothered reúne demasiados méritos para no darle una oportunidad a poco que te gusten sus dinámicas. El legado de juegos de culto como Alone in the dark, Rule of Rose y Clock Tower se conserva en esta mansión llena de secretos, suspense… y mucho cariño por las raíces interactivas del terror.

RESUMEN

LO MEJOR	LO PEOR
Fantástica relación calidad-precio	El abuso de quick time events no le deja sacar partido de muchas de sus propias situaciones
Sus giros argumentales son muy efectistas	Algunas animaciones, sobre todo faciales
La intensísima recta final	Ciertos tiempos de carga
La galería de ilustraciones una vez concluido el juego	Sin puzzles realmente complicados
La falta de indicadores visuales, aunque sea un arma de doble filo para los menos pacientes	No tiene extras una vez concluido como nuevos niveles de dificultad
Su empeño en trasladarnos a la esencia del miedo clásico

PUNTUACIÓN DE 0 A 10: 8, 4

Versión analizada: PS4 PRO. También disponible en PC, Xbox ONE y Switch

Género: Suspense

Textos en español

Formato: Físico / Digital