Mezcla irregular de géneros que propone un relato sci-fi muy solvente, pero breve
The Fall pertenece a la cada vez mayor lista de creaciones que ven la luz gracias a las plataformas de financiación colectiva.
Su andadura comenzó allá por 2013, cuando Over the moon Games obtuvo cuarenta mil dólares a través de Kickstarter para finalizar su obra, a la que el director del proyecto, John Warner, definía como “una inspiración modesta basada en referentes de la talla de Metroid (Nintendo, 1986) y Monkey Island (LucasArts, 1992)”.
Desde luego, no iba desencaminado, ya que el juego que nos ocupa, aunque (muy) lejos de plantarle cara a esos clásicos, forma una extraña combinación de estilos –algunos mejor integrados que otros como luego veremos-, que se ponen al servicio de un argumento desarrollado con fuerza y efectividad, consiguiendo que nos involucremos y queramos llegar hasta su conclusión.
El punto de partida es un accidente: un piloto espacial sufre una aparatosa caída que le deja inconsciente, lo que activa la inteligencia artificial incluida en su traje; ésta, llamada A.R.I.D. (Armoured Robotics Interface Device), recibirá así la misión de encontrar la ayuda necesaria para salvar al humano, debiendo explorar un territorio remoto y aparentemente abandonado.

De esta forma, tomaremos el control del androide, que nos notifica que se encuentra en un estado de funcionalidad parcial a causa de unas restricciones presentes en su código de programación.
Al adentrarse en la zona, que resulta ser una estación de reparación de robots, nos toparemos enseguida con otras inteligencias hostiles que no sólo nos complicarán nuestro objetivo atacándonos, sino que además generarán numerosos interrogantes acerca de las limitaciones de nuestros patrones, que se remontan al propio origen de A.R.I.D.
Para no chafar sorpresas del guión, tan sólo cabe apuntar que está muy bien planteado, introduciendo disertaciones morales y existencialistas, junto a toma de decisiones que mantienen el interés en todo momento.
Como remate, termina con un giro final que cierra de forma sorprendente las tramas presentadas, dejando un agradable sabor de boca.

A nivel de mecánicas, The Fall se atreve con descaro a tomar de aquí y de allá elementos perfectamente reconocibles para el jugador veterano.
La estructura sobre la que se sujeta es la de un metroidvania convencional: perspectiva lateral en dos dimensiones, y un mapa con áreas restringidas hasta hallar una mejora para el personaje o un objeto puntual, como una llave de acceso.
Ahora bien, a diferencia de las propuestas conservadoras del género como Axiom Verge (Thomas App Games, 2015), aquí encontraremos dicha mejora u objeto mediante puzles y diálogos con otros individuos, a la usanza de las aventuras gráficas tradicionales.
Sin duda, una mezcla que puede parecer descabellada pero que jugando, cuadra bastante bien y se agradece por frescura y originalidad, características que últimamente se prodigan en la escena indie, más dispuesta a correr riesgos y a transgredir.
Sin embargo, ciertas situaciones pecan de resolverse con una absoluta falta de lógica, lo que nos llevará alguna que otra vez a probar, uno por uno, los elementos almacenados en nuestro inventario hasta dar con el que descifre el rompecabezas, cayendo en el fatigoso ensayo-error.
Esto alarga engañosamente la duración de un título que, en general, no es extenso y, en términos de dificultad, no es un reto complicado.

El desplazamiento entre secciones a menudo estará salpicado de encuentros con enemigos que supondrán la parte de acción del juego. Nuestras armas cuentan con un puntero que manejamos con el joystick derecho, el cual responde muy bien a nuestros movimientos; pero el intercambio de objetos, como el resto del control en general, es poco intuitivo, y a veces ejecutaremos una acción que no queremos en pleno combate.
Asimismo, descubriremos tramos concebidos como un plataformas clásico, que evidencian que el manejo es tosco e impreciso al unificar saltos con disparos, haciéndonos concluir que The Fall funciona mejor como aventura gráfica que como metroidvania.
No obstante, la variedad de situaciones es francamente amena y muestra un gran potencial, lo que nos hace ser optimistas de cara a la trayectoria de la trilogía prevista –la secuela ya está disponible y la comentaremos en breve-.
Ciencia ficción ochentera
El apartado técnico cumple con su cometido sin alardes. El colorido brilla por su ausencia, para incrementar adrede la sensación de misterio y abandono en el jugador, con un predominio prácticamente total de los tonos oscuros.
Para movernos por el entorno contamos con un haz de luz, que dibuja una estela de claridad efectista pero simple.
Las animaciones de nuestro protagonista recuerdan al estilo artesanal del inolvidable Another World (Delphine Software, 1991), si bien en momentos puntuales se detecta cierta brusquedad en el acabado de una acción, lo que resta naturalidad.
En lo que respecta al sonido, los FX tampoco son sobresalientes, sencillamente hacen su función; la banda sonora, rebosante de sintetizadores, aparece para realzar algunos momentos concretos, creando la atmósfera apropiada, pero no existe ningún tema especialmente notable.
El aspecto más cuidado es el doblaje (sólo en inglés con subtítulos al español), convincente y con una interpretación muy acertada.

La parte artística, junto al argumento, es la más cuidada del juego. El diseño de personajes, interfaz, elementos decorativos… Transmite esmero y gusto por la ciencia ficción de los ochenta, como podemos ver en los sistemas operativos de las computadoras que encontraremos.
En global, The Fall construye una ambientación de la que te hace partícipe por lo cuidada que está, resultando determinante para que el factor narrativo gane autenticidad; pero la experiencia acaba siendo demasiado breve (sin guías pude concluirlo en algo menos de cuatro horas), dejando una sensación contradictoria.
Logra que los defectos jugables pasen a un segundo plano para centrarnos en lo que sucede con A.R.I.D., pero no saca partido a su propio planteamiento, no experimenta con él y se conforma con desgranar el argumento sin alterar su fórmula.
Es decir, arriesga al proponer un poco de todo (acción, plataformas, puzles, exploración), pero después descubres que las dosis de cada género son muy escasas, como si Over the moon Games temiera caer en la repetición de ideas o no supiera cómo integrar variantes, con lo que el epílogo llega antes de lo que quisiéramos.
Aún con las imperfecciones expuestas, los amantes de los relatos sci-fi encontrarán una opción atractiva en The Fall, gracias a una propuesta peculiar, entretenida e interesante, que ejemplifica cómo el panorama indie se mueve por líneas menos convencionales y, por tanto, más refrescantes.
RESUMEN
LO MEJOR |
LO PEOR |
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PUNTUACIÓN DE 0 A 10: 6,6
Versión analizada: PS4 estándar. También disponible en WiiU, PC y Xbox
Género: Aventura gráfica / Acción / Puzzles / Plataformas
Formato: sólo Digital
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