Una de las licencias emblemáticas de La Gran N

El 3 de Junio de 1993 se estrenaba para Super Nintendo en Europa –meses después que en EEUU y Japón, donde debutó en marzo y febrero respectivamente-, el icónico matamarcianos Star Fox, rebautizado como Starwing en nuestros lares.

Abanderado del chip FX, el título presentaba un revolucionario apartado técnico tridimensional, que se sumaba a la tendencia gráfica de la época, deslumbrada con la inclusión de entornos vectoriales.

Su control era tremendamente eficiente y la jugabilidad frenética, destacando la vertiginosidad de la acción –carente de ralentizaciones- y la diversidad de rutas a escoger por el jugador.

El sonido, pese a la ausencia de voces, era espectacular, con contundentes y variados registros de explosiones y disparos; la banda sonora, también de altísima calidad, introducía temas muy pegadizos que dotaban de un tono épico al conjunto.

Los personajes derrochaban simpatía y carisma, y sus diseños –todos animales- contribuían a la sensación de participar en una especie de space opera de cuento; su popularidad en la familia Nintendo se ha mantenido intacta, especialmente la de su protagonista, Fox McCloud, que ha efectuado múltiples cameos –Smash Bros. dentro de la casa o Starlink para Ubisoft– y cuenta con su propio amiibo.

Starwing superó los tres millones de copias vendidas. Su nombre siempre ha ido asociado a la vanguardia técnica de la firma japonesa: arropó el estreno del primer mando con vibración en consola –Lylat Wars se vendía junto al Rumble Pak-, consiguió uno de los efectos 3D más logrados de Nintendo 3DS en la remasterización de Star Fox 64, y fue uno de los títulos que mejor aprovechó el mando-tableta de WiiU en Star Fox Zero.

Su secuela directa se canceló hace 23 años, y se publicó, como juego terminado, dentro de la selección de Super Nes Mini en septiembre de 2017.

Mientras aterriza una nueva entrega, aquí estaremos esperándole al grito de DO A BARREL ROLL!!!